Nada cambia, todo se recicla. Y así le ha pasado al par de adolescentes punks en el sitcom animado de Mike Judge, Beavis y Butt-head, emitido de 1993 a 1997 por la cadena MTV.
Lo que comenzó con un corto animado con el lenguaje noventero de los jóvenes muy pronto se convirtió en nueve temporadas donde el par de alimañas hacían comentarios mordaces sobre videos musicales de la época.
El par de sabandijas tuvieron hasta película: Beavis and the Butt-head recorren América (1996) y una de este año, donde se van a recorrer el universo. El dúo tiene que pasar un tiempo en un confinamiento espacial. Ahí, jugueteando con un simulador espacial, les abre una nueva oportunidad para sus fechorías al introducirse en un hoyo negro y llegar de nuevo a este mundo.
Todo está cambiado, menos el humor vitriólico de la pareja, convertida ahora en una formidable payasada profesional en sus añorados 90 en un ámbito cultural y referencial que permanece intacto a sus marrullerías y locuras de ocasión entre el cine de animación bizarro y lo correctamente político. Si se es muy puntilloso, se pueden encontrar sus versiones de carne y hueso en el rockumental del fiasco de Woodstock 99.
Por otro lado, Loving Vincent, que ni se asoma en las plataformas, a pesar de ser de 2017, presenta el drama del pintor Vincent Van Gogh en una animación que combina la biografía y su obra pictórica en una singular cinta polaca de Dorota Kubiela y Hugh Welchman.
Es una película de pinturas animadas que homenajea al artista en cada fotograma pintado al óleo, tal y como el artista lo concibió en su momento con un Récord Guinness: 56 mil 800 fotogramas pintados a mano por una gran cantidad de artistas de la pintura actual que trabajaron en la construcción del universo particular del artista. Avalan este metraje muchas nominaciones a premios que tuvo en su momento.
Zombie Western: It Came from the West (2007), del danés Tor Fruergaard, presenta la animación adulta en el ámbito de la comedia y el western, con el terror de una plaga de zombis (uno de los géneros más socorridos de la actualidad) y un asesino del lejano oeste con motosierra eléctrica en mano.
Como siempre sucede, los zombis casi se salen con la suya en esta curiosa cinta de poca, pero contundente duración.
Otras que siguen la línea bizarra son una dedicada a Mark Twain, It such a beautiful Day, Perfect blue, Costuming spirits, Wicked city, When the wind blows y El gigante de hierro.
Sin embargo, nada como las clásicas en la línea de Allegro non Tropo, del italiano Bruno Bozzetto (1977), todavía en catalogo alternativo de lo fantástico llevado al cine de animación, con estética surrealista y música clásica (Debussy, Sibelius,Vivaldi, Dvorak y Stravinsky) que, siendo la gran clásica del cine animado, junto con las audacias de plastilina moldeada de lagunas cintas experimentales de Frank Zappa.
pepenavar60@gmail.com