El 2018 está a punto de terminar y los pronósticos de crecimiento económico a nivel mundial para 2019 no son alentadores. El auge global de movimientos populistas, las tensiones en las relaciones internacionales y el terrorismo plantean los mayores riesgos políticos y los principales limitantes para el crecimiento.
En octubre del presente año, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus pronósticos de crecimiento económico mundial del 3.9%, pronosticado en julio, al 3.7%. La declaración anterior se realizó como parte de las Perspectivas de la Economía Mundial, en el marco de la reunión anual del FMI y el Grupo del Banco Mundial.
Las perspectivas se redujeron a causa de factores como la tensión existente entre Estados Unidos (EEUU) y China, el débil desempeño de los países de la zona euro, conflictos en Asia y Reino Unido (RU), así como por el alza de las tasas de interés que presionan a las economías emergentes.
En continuidad con aquel pronóstico, Bloomberg Economics confirma alguna de las causas mencionadas.
El desarrollo tecnológicos de China, su expansión militar y sus intentos por socavar las sanciones a Corea del Norte son temas que preocupan a EEUU. En este contexto, EEUU impulsó una guerra arancelaria con China con el pretexto de equilibrar la balanza comercial que comparten ambas naciones.
Los efectos de las imposiciones arancelarias han sido: inestabilidad en los mercados financieros y fugas de capitales, lo que ha tenido repercusiones en sus economías y las que se encuentran conectadas con éstas.
En Europa se presentan dos conflictos políticos de relevancia: el plan de gastos en Italia y el Brexit en GB. El gobierno italiano, de corte populista, ha generado fricción con el resto de la Unión Europea (UE) por la planificada ola de gastos, haciendo ver a la UE sin la capacidad de imponer disciplina entre sus miembros.
El difícil contexto político en GB a dificultado que el Brexit se logre a partir de consensos equitativos, lo que podría generar una salida de GB sin acuerdo. Ambos casos han generado preocupación en inversionistas y en las autoridades de la UE, lo que genera inestabilidad.
El terrorismo es otro tema preocupante. Si bien, los ataques terroristas han disminuido, según el Consorcio Nacional para el Estudio del Terrorismo y Respuestas al Terrorismo (START, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Maryland, en la actualidad el aumento de uso de tecnologías amplia la posibilidad para que el ciberespacio sea utilizado para aterrorizar y afectar a las economías de todo el mundo.
En un sistema globalizado e interconectado por la economía y la tecnología los riesgos políticos de una o dos naciones tiene el potencial de afectar al resto del planeta. Estos efectos en cadena deben ser considerados por el nuevo gobierno mexicano para asumir compromisos con la comunidad internacional y procurar el desarrollo de los mexicanos.
