Si bien es cierto que desde 2014 la Constitución General de la República autoriza la reelección de funcionarios de elección popular como regidores, síndicos, alcaldes, diputados locales, diputados federales y senadores, igual de cierto es que los estatutos internos de Morena prohíben a sus militantes buscar la reelección.
Y puesto que Morena tiene mayoría en el Congreso Federal y en 19 Congresos estatales no es descabellado pensar que a partir del 2019 ese partido explore la posibilidad de revertir la reforma de 2014 para volver a prohibir la reelección. Si Morena buscase ese objetivo, lo lograría con relativa facilidad. Salvo que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador le dé por imitar a Álvaro Obregón y decida promover una reforma constitucional para permitir la reelección del Presidente de la República. Todo el que sabe un poco de historia recuerda que mal terminó esa obsesión de Obregón en reelegirse.
La reciente elección aquí en Tamaulipas, mostró que para algunos alcaldes la reelección fue buena, pero para otros fue su tumba política.
Así pudimos ver que Enrique Rivas y Maki Ortiz se impusieron a sus adversarios con una ventaja holgada; en cambio Oscar Almaraz, Chuchin de la Garza y Andrés Zorrilla mordieron el polvo, y de fea manera para el primero, que estaba seguro de su reelección para luego buscar la gubernatura. Hoy está preocupado porque cuadren los números sobre los dineros ejercidos en su administración, para no parar en la cárcel. Y esta inquietud la comparten todos los que perdieron la elección ante un rival de otro partido. Y entre más mal trataron a sus adversarios, mayor es su preocupación. Ni modo, la vida es una ruleta, hoy estamos arriba, mañana abajo.
Enrique Rivas va a pasar a la historia local como el primero en ser reelecto consecutivamente, con un total de cinco años para sus dos períodos.
Por otra parte, Rafael Pedraza Domínguez declaró sentirse orgulloso y satisfecho por los dos meses y medio que estuvo al frente del gobierno municipal, sustituyendo a Enrique Rivas Cuéllar.
Durante este lapso, Pedraza puso en marcha obras, entregó otras, supervisó avances de obras en proceso, sostuvo reuniones con grupos de la sociedad civil, cumplió con la encomienda.
Rivas regresa el lunes 6 de agosto y no necesita esperar hasta el 1 de octubre para hace cambios en su gabinete ni para pensar en nuevas obras o estrategias, puede hacerlo desde el lunes mismo.
A fin de cuentas, aunque realice cambios en su gabinete, junto a él seguirá la mayor parte de sus funcionarios y empleados y cada uno ya sabe lo que debe hacer para dar resultados. Lo que sí es que debe hacer a un lado a los que simulan trabajar o lo hacen para su propio santo, olvidándose que están en un equipo y se deben al mismo.