Viviano Vázquez no solo triunfa en política, también como empresario. En su calidad de presidente de la Cámara de la Industria Restaurantera, acaba de concretar un apoyo del gobierno del estado consistente en 10 motocicletas que serán entregadas a restaurantes locales para que puedan hacer repartos a domicilio y puedan enfrentar con más éxito la pandemia.
En la Canirac también promovió que un camión compre en Monterrey frutas y verduras y se distribuyen en los negocios de Nuevo Laredo, a un precio más competitivo que en el mercado local.
Viviano le echa todas las ganas a los proyectos en los que participa y por eso le va bien.
En otro tema, el Tribunal Estatal Electoral desechó, por segunda ocasión, un recurso que presentó el presidente estatal de Morena, Enrique Torres Mendoza para que se desconozca la coalición Morena-PT en la elección de presidentes municipales y diputados. Enrique Torres combate a su propio partido y lo más lamentable es que el partido no lo sanciona. Por lo menos deben expulsarlo de Morena, por atentar contra Morena.
Por otra parte, ir en el primer lugar de la lista de candidatos a regidores garantiza la entrada directa para el próximo cabildo, siempre y cuando se trate de los principales partidos políticos. El que encabece la lista va a estar en el siguiente cabildo, si su partido gana, si pierde y queda en segundo lugar o incluso si queda en el tercero.
Para el partido que quede en cuarto lugar se complica el acceso a su primer regidor.
Es cierto que el artículo 200 de la Ley Electoral de Tamaulipas establece que los partidos que no ganen, pero obtengan el 1.5 por ciento de la votación general, tendrán derecho a participar en el reparto de las regidurías de representación proporcional. Pero hay ciertas condicionantes.
En el 2016, de las siete regidurías de minoría cinco fueron para la coalición PRI-Verde-Panal, 1 para el independiente, que logró el 4.12 por ciento de la votación y 1 para el Movimiento Ciudadano que obtuvo el 1.56 por ciento.
En el 2018, Morena quedó en segundo lugar con el 29.70 por ciento de los votos, el PRI en el tercero con el 22.60, el independiente Víctor Vergara con 4.40, el independiente Jorge Miranda con el 2.67 y el Verde en el quinto con 2.38.
Con esos porcentajes, en principio el IETAM asignó tres regidurías a Morena y 1 al PRI, Verde y a los dos independientes. El PRI impugnó porque era absurdo que habiendo sacado 9.4 veces más votos que el Verde se les asignara el mismo número de regidurías. Para su buena suerte, el Tribunal Electoral decidió reasignar las regidurías aplicando el principio de la representación proporcional y canceló las regidurías del Verde y las de los dos independientes. Si este mismo criterio se aplica en las elecciones del 2021 –y ese será uno de los argumentos que va a utilizar quien impugne- toda la chiquillada está frita y las regidurías de minoría serán para los partidos principales, 4 para el segundo lugar y 3 para el tercero.
Quienes hoy se frotan las manos porque van en el primer lugar de la lista de regidores de su partido y creen que con dos mil o tres mil votos ya tienen un lugar asegurado en la siguiente administración municipal harían bien en revisar sus números y estrategias y ponerse a trabajar para sacar más de 12 mil votos.