Todo el esfuerzo de las campañas se ve resumido a la movilización del “Día D”, es decir, el día de las elecciones, por lo que son horas en las que se viven con intensidad por los equipos de campañas, partidos políticos, y estrategas. Toda esta presión culminará tras el anuncio de la autoridad electoral cuando diga quién va ganando conforme a la tendencia del cómputo inicial, pero luego ¿Qué sigue después de la elección?
Resulta más que obvio qué sigue en materia electoral después de la elección, tanto ganadores tendrán que asegurar el triunfo “en la mesa” como se dice coloquialmente, como los perdedores “hacer lo que tengan que hacer” para alcanzar algún triunfo no dado en las urnas. Sin embargo, ese un trabajo que compete exclusivamente a una parte reducida del equipo de campaña y los candidatos / candidatas; mientras tanto, las oficinas de los partidos políticos se tornan en desiertos por la incertidumbre sobre lo que sigue, vacíos silentes que en ocasiones dura meses hasta la entrada al poder de los ganadores elegidos, siendo esto un grave error en nuestros tiempos.
Mientras la autoridad electoral entrega la constancia que determinará el triunfo contundente hacia una candidata / candidato, dados los tiempos actuales, los partidos políticos –ganadores o perdedores- deben accionar inmediatamente al día siguiente de la elección con tres líneas estratégicas:
- DIAGNÓSTICO SOCIO-PARTIDISTA
Más allá de los resultados electorales, analizados bajo la lupa de la minería electoral, se debe hacer un diagnóstico del humor social del electorado cruzado contra la realidad interna de la militancia, con técnicas de antropología social y encuestas demoscópicas.
- ESTRATEGIA HÍBRIDA PARTIDISTA
Después de tener claro cómo quedó el partido político tras una desgastante campaña electoral, ya teniendo el diagnóstico cualitativo y cuantitativo, se debe diseñar una nueva estrategia híbrida –tierra, aire, agua-, cumpliendo el círculo de oro de comunicación política –política, gobernanza, difusión-.
- REESTRUCTURACIÓN DEL PARTIDO
Debe ser inminente la reestructuración del partido, considerando los intereses políticos, pero apegados a la estrategia general diseñada en aras de refrescar y fortalecer una nueva estructura partidista, teniendo en claro la meta por alcanzar el reposicionamiento hacia la siguiente elección.
APUNTES
Gracias a Gisela Rubach fui el coach de Alfredo del Mazo, por lo que al concluir la jornada electoral en el Estado de México en 2017, estaba con él justo antes de salir para declarar su triunfo como gobernador, después de felicitarlo, me pregunta “¿Qué sigue David?” a lo que respondí “Mañana mismo a rehacer el partido, porque se llevó al límite la maquinaria”. ¿Qué sigue para los partidos políticos punteros en Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Oaxaca, Quintana Roo, y Tamaulipas? Inmediatamente a alinear los esfuerzos para fortalecerse como opción partidista por el desgaste que tuvieron los meses de campañas electorales. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com