Por todos los sitios, el grito es que Morena, el Movimiento de Regeneración Nacional está en plena debacle y que lo que sigue; si sobreviven a Andrés Manuel López Obrador, será crear, mutar a un Partido de la Regeneración Institucional, como se escucha, un “PRI Reload”.
Los resultados de ayer no importan, si como quiera, ya sabemos los efectos serios sobre la Consulta Popular; el mantener viva la llama de que con la Cuarta Transformación no hay camino para la impunidad y la corrupción, no obstante que la simple expresión, desate todo tipo de burlas y risas desternilladas.
Y no es de mala fe el comentario, solo que aquí hemos escrito montones de veces que No Hay Necesidad, de hacer ninguna consulta si las elecciones democráticas, le dieron permiso abierto el Jefe del Estado Mexicano, para que aplicara la ley.
Es como la décima vez que los escribimos, la llegada de un Presidente le compromete a levantar su mano derecha y a decir públicamente: “Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrioticamente el cargo de Presidente de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la Unión; y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande.”
Si saben leer, si saben “ler”, no hay necesidad y menos necedad de nada más que cumplir y hacer cumplir con la Constitución y todas las leyes y reglamentos que de la misma emanan.
Todo lo demás, es parafernalia bananera, cuentos de rancho que crecen como el zacate barato entre los cardones de la vida nacional.
Y sin embargo, la Consulta es un ejercicio que al menos tiene la ventaja de que la organizaron las autoridades del Instituto Nacional Electoral, pues como dice el mismo AMLO, en su cadena de ficciones oprobiosas a la inteligencia nacional.
¡Imagínese! que la organizara a “mano alzada”, que se efectuara, para parar en seco proyectos productivos, empresariales como ya sucedió con el Aeropuerto de Texcoco, donde seguimos esperando que se encarcele a los presuntos corruptos, que solamente ellos saben, que perdonan y que ahora les hacen socios en otras empresas como el Tren Maya o la Refinería de Dos Bocas.
En fin, una Cuarta Transformación que “hace agua” en sus principales proyectos y donde por lo que hemos constatado en nuestras visitas a la Ciudad de México, lo que sobran son personalidades al alto nivel de Morena que sueñan con la salida de su líder Andrés Manuel López Obrador.
Desean que deje la marca Morena sana, si es que aún puede estar, y que se queden los que saben que este movimiento debe ser Partido Institucional, como muchos le dicen en bares y restaurantes, un nuevo Partido de la Regeneración Institucional, es decir un nuevo PRI, al menos por las siglas.
No lo van a decir nunca Marcelo Ebrard Causaubon o Ricardo Monreal , pero su banda, claro que lo expresan porque sencillamente los tiene hartos.
El movimiento es AMLO, el líder del partido es AMLO, las decisiones en materia de seguridad las toma AMLO, los temas de salud, de infraestructura, todo lo bueno y lamentablemente todo lo malo lo define AMLO y todo los demás, al más alto nivel en el Gabinete no son generales, o almirantes, son solo siervos de la nación, servidores del pueblo bueno representado por AMLO.
De eso estamos hablando… una verticalidad que ya demostró que el camino de concentración del poder para ellos es funesto y veamos sencillas cifras:
Durante la campaña del 2018, en números cerrados se sabe que el Movimiento de Regeneración Nacional logró 30 millones de votos con los que debería trabajar constitucionalmente para todos.
Ya en 2021, los votos del Movimiento al margen de los 11 estados ganados, habría perdido en número -a revisar- casi 13 millones de votantes. Una cantidad descomunal, que mucho le duele al inquilino de Palacio Nacional.
Miles de millones de pesos en votos, producto de un dinero entregado que no logró los objetivos electorales. Por eso el esfuerzo de reivindicación de ayer, en una Consulta que se procesa en “borregada”, pero nunca con la certeza de que la ley de debe cumplir, como le obliga la Carta Magna.
Nostra Política.- “Una cosa es la campaña, lo que se dice cuando se quiere obtener un cargo y otra cosa es ya, el ejercicio del poder”, Andrés Manuel López Obrador.
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Twitter.- @JeleazarDeAvila