Preciado tesoro

Muchas veces al pensar en el lugar dónde guardamos nuestras herramientas nos imaginamos el garaje, un cuarto de triques o un clóset.
Hay diferentes formas en las que puedes acomodar para tenerlas a la mano y mantenerlas en buen estado.
Antes de empezar a ordenar tus instrumentos caseros, asegúrate de guardar sólo lo que funciona; quizá por olvido o por comprar herramientas en paquete, termines con dos o más de una misma cosa.
A menos de que sea necesario contar con herramientas repetidas, puedes hacer una limpia y quedarte con una de cada cosa. Así evitarás el amontonamiento en tu espacio de trabajo.
Usa etiquetas. Si vas a utilizar cajas o frascos para colocar las herramientas medianas y pequeñas, te puede ser útil usar etiquetas o marcar con papeles, cinta adhesiva y plumones cada cosa. Así será más fácil encontrar lo que quieres.
Repisas. Coloca sobre un estante o repisas ubicadas en la pared tus herramientas.
Lo más recomendable es acomodarlas por tamaño o por uso. También puedes usar cajas de plástico o vasos para poner herramientas y objetos pequeños como clavos.
Haz tu panel
Si cuentas con espacio esta es la opción ideal para acomodar las herramientas más grandes. Para hacerlo solo necesitas un pedazo de madera contrachapada
y ganchos.
1. Organiza tus herramientas y decide cuáles querrás colgar para definir de qué medida necesitarás el tablón de madera. Cuando ya tengas el espacio o panel, colócalo en el suelo y sobre él acomoda las herramientas que colgarás para que puedas calcular el espacio entre una y otra. Por ejemplo, el taladro, destornillador, lijadora, martillo, entre otras cosas.
2. Para colgar las herramientas, coloca los tornillos y clavos en los puntos clave para cada pieza; debes colocarlos a la distancia que hayas anotado o dibujado, en función de cada herramienta. En las ferreterías también encuentras ganchos especiales para los paneles perforados.
3. Ancla el panel a la pared con armellas; ten cuidado de no sobrecargar el muro y verifica que no sea una pared de carga.
Límpialas
Hazlo al menos una vez cada dos meses o más, dependiendo del uso que les das. Usa desengrasantes, aceites, desoxidantes y lubricantes específicos para mantener las piezas intactas. Las mantendrás en buen estado y te asegurarás de que su espacio esté ordenado.