Esta vez queremos hacer notar que, en la exigencia de un mundo político cada vez más agresivo, el espacio para la cobardía no es posible. Ser candidato, ganar y posteriormente hacer un buen gobierno requiere de inteligencia emocional, orden, respeto, rigor, disciplina a prueba de los demonios internos y externos.
Por el contrario, tener éxito, está probado, demanda de asertividad política, de entrenamiento, de mucho más que voluntad a medias en la evolución del proceso electorales, incluso aun antes de empezar.
Tener y potenciar los talentos, demandan de un conocimiento que deseche toda actitud timorata. Aun en los límites morales, la política el pleno siglo 21 exige enterrar todo asomo a ser mojigato, puritano, pudibundo, escrupuloso, pacato, gazmoño. No, si se quiere obtener el poder.
Decía Shakespeare que “los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez”. Por eso es qué, éste tema nos lleva analizar en todos los actores de un proceso, con base a un entrenamiento profesional, eliminen todo tipo de lastre, primordialmente sicológico.
Fundado en la verdad dolorosa, los proyectos audaces y sin cobardía, tendrán un destino de mayor éxito que los que tienen en mente y corazón, dudas que finalmente son un estorbo.
Las campañas exitosas, igualmente, deben tener conductores inteligentes. No valientes en el sentido simplista de la expresión, si no especialistas que conduzcan a los actores de un proceso a un puerto seguro.
Lo decimos porque son pocos los que realmente se han manifestado en pro de buscar una curul en 2019.
Quienes sí han levantado la mano. En el PRI hemos visto a Alejandro Etienne Llano y a Carlos Morris, pero párele de contar. Casi todos te dicen que si, pero no te dicen cuándo.
En el PAN luego de que el diputado con licencia José María Moreno Ibarra dejó el cargo, su suplente en funciones Luis René Cantú Galván ya dijo sí, para participar en el próximo proceso electoral y repetir en el cargo.
Pero párele de contar. Los restantes en ambos partidos están en lo que se conoce como “arriba de la barda”, es decir no saben si tiran el dinero o si de plano cambian de color.
Lo cierto es que tomar decisiones es cosa de varones y de mujeres, que esperan en el caso del PAN, la instrucción de su jefe político quien desde Casa de Gobierno decidirá si repiten y quienes no.
Peor el caso para el PRI pues ellos prevalecen huérfanos y lo que determinen será por su propio peso y agallas. Así la vida conforme pasan los días, las semanas y los meses.
Que si finalmente dicen que van, los ahorros que ahora presumen solamente serán una falsa realidad edificada por el terror a la derrota. Temor a que nos enteremos que cuando ganaron, fue porque contaban con el apoyo de “papá gobierno” y que ahora son lo que en el rancho se conoce como “pájaros nalgones”.
Lo mejor de cada casa…
Y claro que hay júbilo en la cancha del PAN en Nuevo Laredo pues finalmente la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación confirmó la sentencia donde se reconoce a Enrique Rivas Cuéllar, como ganador de la elección para la presidencia municipal de Nuevo Laredo, para el periodo 2018-2021.
Será pues alcalde por 5 años, con lo que hará historia tras la Reforma Política que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 10 de febrero de 2014.
Que no se les olvide jamás que “los senadores podrán ser electos hasta por dos y los diputados federales hasta por cuatro periodos consecutivos. Sin embargo, deberán ser postulados por el mismo partido, a menos que hayan renunciado a su militancia antes de la mitad de su mandato (art. 59)”.
Del cuarto piso.- Y abusadillos al cabildo de Victoria que ganó Xico González van por el PRI Laura García, Horacio Reyna, Marisela Guajardo, José Benítez e Itzcalli Anzures.
18 pendientes…
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