Tanto están cambiando las formas para conectar con las diferentes audiencias, que un claro ejemplo está en el nuevo reto para persuadir a las nuevas masculinidades. Pensar en el hombre actual como una masa es un grave error de cálculo para cualquier estrategia, pues ni todos son machos alfa y ni todos son entes insensibles, la clave está precisamente en detectar las diferencias que puedan construir una relación más asertiva con una marca, proyecto o candidatura.
Estudios confirman la existencia de diferentes sociedades -incluso dentro de una misma sociedad- determinando la presencia de múltiples masculinidades, que a decir de los investigadores sociales se agrupan en cuatro grandes clasificaciones.
En estos Apuntes no abordaré sobre la clasificada como masculinidad hegemónica por ser la más conocida durante siglos (hombre que todo lo puede, el hombre fuerte, protector y proveedor), además que esa masculinidad tradicional ya está perdiendo predominancia en las sociedades porque tiene varios problemas, empezando que no se ajusta a la realidad, conduce a identidades insanas, así como frena el desarrollo de la igualdad. Entonces destacaré las otras tres:
1. Masculinidad cómplice
Este tipo de hombre resulta igual de nocivo que la masculinidad hegemónica para una sana convivencia comunitaria, aunque no trata de monopolizar el poder como el macho tradicional, sí disfruta de los beneficios que le ofrece las ventajas del patriarcado, como transita de formas silenciosas llega a cobijarse bajo algunas protecciones de la mujer sin llegar a apoyar su causa.
2. Masculinidad subordinada
Está creciendo de forma importante este segmento en todas las sociedades planetarias, además de contener masculinidades divergentes que van desde la heterosexualidad, incluyendo a la homosexualidad, hasta la transexualidad. Estos hombres conectados con lo femenino sin ningún conflicto, son los que están llenando los supermercados, cuidan de sus hijos o el hogar con tareas domésticas, apoyan la causa de las mujeres, entre otras más. Estos hombres sí saben llorar.
3. Masculinidad marginada
Aquí hay que separar en dos subgrupos, por un lado están los grupos marginados por su etnia minoritaria (principalmente la raza negra, seguidos por indígenas de ciertas regiones); y el otro grupo marginados por condición social, por sus conductas delictivas, presos carcelarios, pederastas, religiosos con voto de castidad o no. Estos hombres tienden a ser violentados, sea por otros hombres o por mujeres, son más vulnerables de lo que se pudiera pensar.
Entender correctamente que en la sociedad ya no predomina un solo tipo de macho alfa es crucial para conectar con esas audiencias, electorados o consumidores, porque ahora no hay una forma única de ser hombre: cada uno es libre de asumir la masculinidad como lo prefiera según su personalidad y todas las visiones son válidas.
Tú que estás leyendo estos Apuntes te identificaste con algunas de las tres principales nuevas masculinidades, me gustaría escucharte, compárteme tu experiencia, así como tú opinión y escríbeme a mi correo electrónico editorial@daviddorantes.org sobretodo dime cómo consideras que se debe persuadir a las nuevas masculinidades para conectar con todos los tipos de hombres. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com