Se puso sabrosa la última junta de cabildo, con el diferendo entre los regidores Jorge Ramírez Rubio y Mónica García Velázquez.
Este encontronazo tuvo su origen en la aprobación del presupuesto de la Ley de Ingresos 2019, por 3,017 millones de pesos, que fue autorizado por todos los regidores, excepto por Mónica, que se abstuvo, molesta porque no se le explicó a detalle la forma en que se obtendrían los recursos en cada uno de los rubros enlistados.
Durante 13 minutos, Ramírez Rubio le reprochó a Mónica exigir transparencia, pero no haberla aplicado cuando fue alcaldesa en la administración 1996-1998.
Aseguró que cuando fue regidor en el trienio 1999-2001, pudo revisar parte de los documentos de la administración que compartieron Mónica y Marcos Alejandro García y detectó opacidad, pero luego se les retiró el acceso a la documentación por órdenes del Gobernador Tomás Yarrington.
El edil del Partido Movimiento Ciudadano reveló que está requiriendo un informe sobre los ingresos y egresos de la administración de Marcos y Mónica y dijo confiar en que el Gobernador Francisco García de Vaca respaldará cualquier acción en caso de que se comprueben irregularidades en ese trienio, pues dijo que la corrupción no prescribe.
En plática con este reportero, sostuvo que Mónica fue terrible como alcaldesa, se excedió en sus funciones, abusó del poder que ostentó y por eso el gobernador Manuel Cavazos Lerma terminó retirándola de la alcaldía.
Ciertamente Mónica se encumbró al poder de la mano de Manuel Cavazos Lerma, quien la hizo candidata a la alcaldía a los 26 años. Lo hizo a capricho, por sus pistolas, cuando desde la Ciudad de México ya estaba decidido que el candidato sería Daniel Covarrubias, con el aval de la presidenta del PRI, María de los Ángeles Moreno.
Pero Moreno renunció un viernes, lo sustituyó Santiago Oñate Laborde y Cavazos aprovechó que este gozaba la borrachera del cargo, para destapar al día siguiente a Mónica, sometiendo a los sectores y organizaciones, como siempre ha pasado y pasa en el PRI. Fue la primera y única mujer que ha sido alcaldesa de Nuevo Laredo.
Mónica derrotó en las urnas a Carlos Cantú Rosas y a Ninfa Deándar.
Durante 15 meses, Mónica gobernó Nuevo Laredo y se dio el gusto de meter a la cárcel a la editora Ninfa Deándar y a su hijo Heriberto Cantú, pero terminó por hartar a Cavazos Lerma que decidió retirarla de la presidencia municipal, a cambio de hacerla diputada federal.
Mal inicia Mónica García su etapa como regidora. Los tiempos de la hegemonía priista terminaron, el PRI ya no puede salir en su defensa. Haría bien en buscar consensos, acuerdos, negociaciones. Oponerse por sistema, golpear por golpear, no la va a llevar a ningún lado, y menos cuando está aislada. La van a mayoritear sin necesidad de recurrir a argumentos, basta con el voto a mano alzada.
En medio de todo esto, como si los pleitos internos en el PRI no fuesen suficientes, se habla de próximos desprendimientos en Nuevo Laredo ante la cerrazón del partido que pregona una unidad de dientes para afuera, pues la realidad es que a nadie, o casi nadie, se llama para que se integre. Y si no los llaman, pues a buscarle por otro lado.