Cierto, lo ideal es que tuviéramos un bipartidismo fuerte e ideologías bien definidas, sin embargo, a la mexicana todos los partidos políticos son importantes, porque aunque no lo parezca -en los juegos del poder-, todos los votos cuentan.
La diferencia que en su momento tuvo de .5 en 2006 Andrés Manuel López Obrador frente al ganador Felipe Calderón “haiga sido como haiga sido”, a la postre Presidente de México, es el mejor ejemplo de que, de gota en gota “la vasija se llena”.
Y lejos estamos de aquel 1976 cuando José López Portillo de plano no tuvo rival, ni el PAN registró candidato y por lo mismo en el combo del PRI, con el PPS y el PARM ganó con el 93.5 % de los votos totales. (Así que no me vengan con que AMLO es el campeón más votado estadístico)…
Pero esa es otra historia, lo interesante y pongámonos serios, es que en las alianzas en proceso del PRI y el PAN en todo México, los partidos bisagra tienen mucho que aportar y más si las cosas como sospechamos se aprietan.
Pero de eso, solamente el tiempo y en este asunto por supuesto, por ejemplo, el combo del PVEM suma mucho y más cuando tienen como dirigente a Manuel Muñoz Cano que le sabe un resto al tema del territorio. Recordemos que fue el coordinador general de la campaña de Rodolfo Torre Cantú.
Aquí lo advertimos, le sabe y es de los que seguro sumará al esfuerzo de Morena donde tienen un acuerdo nacional para los 6 estados en litigio este 2022.
La otra gran bisagra pero en la cancha de enfrente es el PRI, cuya fortaleza está limitada en la circunstancia. No basta la pasión en las cadenas de whatsapp, o en los cafecitos donde dicen misa de sus dirigentes y sí, la certeza de que si no hacen la tarea, en un futuro no lejano el descenso seguirá.
Aquí podemos hablar mucha paja y lo hemos revisado, en los últimos 20 años, los proceso electorales cada vez parecen más cerrados y más, en lo que venga en Tamaulipas donde solamente serán tres los postores importantes.
Veremos que si alguien sabe de alianzas es “el maese” Alejandro Ceniceros.
Del cuarto piso.- Y en lo que resultará, muy interesante para las próximas semanas, es la señal de denuncias que el dirigente del Congreso Armando Zertuche tiene sobre la administración de la anterior legislatura.
Pero, el diputado federal Gerardo Peña, que no es dejado, respondió que todo se quedó en orden y con irrestricto apego a derecho en la legislatura anterior. O lo que es lo mismo, que él tiene otros datos.
“Se pretende confundir a la opinión pública, la realidad es que se pagó de conformidad con la ley a los diputados la parte proporcional de su tiempo laborado que equivale de enero a septiembre del 2021, por unanimidad en la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado y la cual está integrada por todos los partidos políticos.”
Nostra Política.- “Una palabra y todo se pierde”. André Breton.
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