La mayoría de los manuales de gobernanza, comprometen a que se cumpla y se haga cumplir con una norma de control de calidad en la contratación de funcionarios. Que desistan de adquirir mentes baratas, porque al final del día, quienes pagan las consecuencias son los jefes de proyecto.
Los mismos documentos indican -en consecuencia- que cuando se trata de hacer un buen gobierno, nadie debe fichar “alejos” en su equipo, porque hacen mucho daño y lo peor, es que ni se enteran porque la soberbia los ciega.
Veamos tres ejemplos de personalidades que mucho estorban a la marcha de un municipio. 1.- En Victoria Gustavo Rivera Rodríguez, como gerente de la Comapa defraudó la confianza de Oscar Almaraz y de la sociedad. Su trabajo afectó duramente la buena administración local y hoy es imposible no reprochar la mala operación en el servicio del agua potable a colonias y ejidos.
Pretextar el estiaje en la Presa Vicente Guerrero -esta vez- no le alcanza al funcionario operador del servicio de agua y drenaje. El problema del agua creció y la sociedad debe focalizar los reclamos en Comapa y no en el Ayuntamiento.
Incluso, conforme avanzó el proceso electoral 2018 el problema creció a tal grado, que son muchas las zonas donde el servicio no existe, o bien el agua dice adiós en periodos de hasta 12 horas o más.
Peor aun, que en los últimos días el agua que sale, tiene mal olor y color café por los desechos arenosos que se cuelan en las tubería, generando serios problemas de salud pública para los consumidores.
Cierto, muchos son los que ven en Oscar Almaraz a un buen alcalde, pero de que la Comapa nos defraudó ni como hacerle, que si hablamos de carácter, Gustavo es un gruñón bipolar y funciona en la atención al público como le amanezca la hormona.
Todo lo contrario con Óscar cuya sonrisa es su marca, que de la obra pública, lo que se ve no se juzga. Pavimento, iluminación led y servicio de limpieza son ejemplo de lo que todos queremos.
2.- Vamos a otro caso que es el más grave. El tema de Jesús Juan de la Garza Días del Guante, quien ese si -para que vean- se voló la barda, pues fallarle a los ciudadanos es normal entre los políticos, faltar a la legislación estatal y local en lo referente al código municipal pasa, pero, fallarle a Dios, es no tener temor de nada.
Lo digo de buena fe, Chuchín siempre ha mantenido una vida sacerdotal -aparente- pues sus adversarios juran, que se come las hostias y se roba el vino de consagrar.
Y por eso, no logró justificar en su informe el caso del Alumbrado Público, por más bonita redacción en su informe. Lo delataron el rostro enjuto, el traje y la corbata negra en un escenario donde el tono fue de verdadera condolencia.
Y Aunque Usted No lo Crea, sostienen sus operadores va por la impunidad que da la diputación local. Juran, exigirá ese espacio para tener acceso a la revisión de sus cuentas, mientras que en el caso del alumbrado, sus operarios expresan que él solamente recibe órdenes. ¿De quién? Cuidado, pues los negocios demandan votos de silencio absoluto.
OTROSI: Y Maki Ortiz tranquila en Reynosa porque como luego dicen, lo que no fue en su año no fue en su daño.
18 pendientes…
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