A sabiendas de que estamos con el tiempo en contra para iniciar la misión Qatar 2022, hay poco interés de solucionar a profundidad la menuda crisis generada en esta gestión del Tata Martino, por parte de los dueños.
Entremos en los detalles y los errores: 1.— Aferrarse a Raúl Jiménez. Más allá de respaldar a uno de los jugadores más sobresalientes de los últimos años, es una realidad que —después de la lesión— no es el mismo y hoy se debe entender lo que le costará llegar a ese nivel.
2.— Mismo caso con los veteranos. Andrés Guardado y el homenaje por su quinto Mundial, Héctor Moreno y lo lejos que está de ritmo y nivel en la central, así como HH, quien entrará en un declive natural de competencia, pero se saben seguros de asistir. Eso ha provocado una poca competencia interna por el puesto.
3.— El pésimo nivel de tus referentes ofensivos. Lo de Tecatito es lamentable. No pesa en los juegos, así como el triste nivel de Vega, quien demuestra por qué no pesa en Chivas. Todos los que están asignados para desequilibrar, viven una etapa de poco rendimiento.
4.— Las lesiones. Tienen fuera al Chucky Lozano, el jugador más desequilibrante de la Selección, así como a Charly Rodríguez, un bastión de generación. Eso ha mermado mucho lo que sucede en la cancha.
Todo esto, sumado al poco nivel de trabajo del DT argentino, ha generado una crisis de identidad y desconfianza para alejarnos del objetivo y nivel que se había trazado, a tal grado que Martino —contra los equipos que estarán en Qatar— tiene una victoria en 10 partidos.
En pocas palabras, estamos viviendo una de las épocas más oscuras en la modernidad de la Selección Mexicana. Es cierto que muchos son errores del Tata. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A una Selección que carece de trabajo y credibilidad. Ojalá algo pase para volver a creer en un equipo que mueve a este país.
@EnriqueVonBeas