La inmensa diversidad ideológica y programática que caracteriza a la nueva élite gobernante, es en sí, todo un problema para México y su configuración institucional y constitutiva. Se trata, y con mucho, de un problema de Estado, del Estado mexicano en su conjunto. Resulta ya evidente, la multiplicidad de dificultades, que el entrante Gobierno de la República, tendrá para conducir una nación polarizada y sin motivaciones prácticas para integrarse en un mismo fin, y de una sola manera.
Los feudos parecían, por lo menos en lo esquemático, estar definidos en uno radical socialista, otro intelectual nacionalista, uno más de políticos puros en las cámaras legislativas y estructuras de Morena, y otro más de tecnócratas moderados. Sin embargo, las tribus nativistas que los integran, y sus jefes guerreros, rápido han evolucionado de la lucha por el poder, al reparto de éste, bajo actitudes beligerantes y de baja o carente institucionalidad.
Evidencias sobran, por ejemplo, la trifulca por el control del Senado de la República, y la conducción política de su fracción mayoritaria morenista, provocó hace apenas unos días la presencia en esa cámara, del doctor José Ramón López, hijo mayor del Presidente de la República, y a la sazón enemigo jurado del senador y presidente de este órgano legislativo (se recordará usted, que fueron los hijos del presidente López quienes bloquearon la llegado del senador Monreal a la jefatura de gobierno de la ciudad de México), de quien se ha dicho dependerán, o serán coordinados, los llamados súper delegados estatales, en virtud de que son, los senadores, los representantes de las entidades federativas ante la federación.
La lectura y mensaje real de la tan comentada e insólita visita, según se dijo, fue para ayudar con su presencia (la del Dr. López), en el más sano de los casos, al senador Monreal en el control político de la cámara, o en otro y más probable supuesto, a darle a éste, sin decírselo, un aviso, por las recientes iniciativas que han tenido un alto costo bursátil y de desconfianza en la comunidad nacional e internacional de inversionistas.
De cualquier forma que se le quiera ver, la non grata visita del distinguido personaje al senado, es una intromisión que vuelve a levantar especulaciones sobre la persona del senador Monreal, y sus supuestas pretensiones, hasta ahora solo sospechadas, de autonomía y construcción de una candidatura sucesoria a la presidencia de la nación.
Todo esto puede o no ser cierto, lo que sí es verdadero y preocupante, es la volatilidad de los mercados causada por los azarosos sucesos en el poder legislativo, que traen al tipo de cambio de un lado a otro, y con esto, un desconcierto empresarial que tiene hasta ahora, retenida la inversión privada nacional y extranjera, y mire usted amigo lector, el solo hecho de que el propio presidente salga a medios para decir que no habrá nacionalizaciones, y que los inversionistas tendrán garantizados sus capitales, y que además tendrán buenas ganancias, es muestra evidente de que la gente está pensando que puede o que habrá esas acciones, lo que ahonda la desconfianza.
En fin, para cuando esta columna de comentarios aparezca ya habrá tomado posesión el presidente electo, y veremos cómo se van dando las cosas, en tanto el diputado Mario Delgado líder de la cámara baja sigue sufriendo para armar mayorías legislativas y pasar las reformas constitucionales que el presidente manda al congreso.
GRACIAS POR SU TIEMPO.
