El Congreso de Tamaulipas aprobó los cambios a la Constitución local para crear la Guardia Nacional.
La aprobación fue por unanimidad de los 36 diputados locales, de los que solo uno es de Morena. De esta forma ya son 18 congresos estatales los que aprueban las reformas constitucionales, y alcanzó calidad de aprobada.
El Congreso de Tamaulipas está a favor de que la Guardia Nacional sea encabezada por un civil, y no un militar, como lo plantea actualmente Morena. Y precisamos que lo dice actualmente, porque todavía en campaña Andrés Manuel López Obrador quería a las fuerzas armadas fuera de la guerra contra el crimen.
En fin.
En otro tema, primero fue en Chihuahua, luego Baja California y ahora le tocó el turno a Colima. Las tres entidades fueron visitadas por el Presidente Andrés Manuel López Obrador y cuando les tocó el turno de hablar a los gobernadores fueron abucheados por los militantes y simpatizantes de Morena. Agredir a los gobernadores opositores forma parte ya del protocolo morenista.
El fin de semana circularon en las redes sociales documentos en donde se instruye a los morenistas sobre cómo y cuándo agredir a los gobernadores.
Atrás quedó la civilidad y el respeto a las instituciones, esas instituciones que alguna vez López Obrador mandó al carajo.
Hay un ambiente de crispación y enardecimiento en la política. El mismo Presidente se encarga de descalificar y agredir permanentemente a los que no piensan como él. Incluso ha llegado al extremo de querer imponer reglas morales, cual Ayatolá Jomeini.
Qué pena que siendo López Obrado fanático –que no admirador—de Benito Juárez, no actúe con la tolerancia y prudencia de éste.
Don Benito fue terrible cuando fue necesario ser terrible, como cuando ordenó la ejecución de Maximiliano de Habsburgo, pero en cambio fue tolerante cuando otros no coincidían con sus conceptos. Así queremos un Presidente duro con los duros, pero bondadoso con quienes aún disintiendo no causan mal a nadie.
Mientras tanto, el diputado matamorense Ramiro Salazar acusó al senador morenista Napoleón Gómez Urrutia de ser el responsable de que en Matamoros se hayan perdido 4 mil empleos por las huelgas promovidas por Susana Prieto.
No solo hay esos 4 mil despidos, en todo el país van 600 mil desde que inició el gobierno de López Obrador. Cierran empresas, se despide a burócratas federales y el problema es que el gobierno federal no es capaz de generar empleos nuevos.