Es de entenderse (no lo dijo él), que lo expuesto recientemente por el Secretario de Hacienda José Antonio Meade Kuribeña, en una conferencia poco difundisa ciertamente, es en términos prácticos y de exposisción mediática, el proyeyecto de desarrollo económioco que postula en su intento por llegar a la candidatura a la presidencia de la república, por la vía electoral que más convenga, o que mejor espectativa de éxito pueda representar para él, y el régimen actual.
La noción genérica del proyecto de desarrollo económico postulado por el muy bien visto social y políticamente, Secretario Meade, tiene como principio y eje rector, salir del neoliberalismo rampante exportador, iniciado en el régimen del Lic. Carlos Salinas y continuado por los expresidentes Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, con una persistente sistematización de por lo menos trteinta años.
Los resultados de estos treinta años de políticas económicas neoliberales, es de suponerse pienso yo, no son del todo malos, ni tampoco se les puede atribuir todas las penurias de la desigualdad social imperante, pues su estrategia está sustentada en un gran plan para captar inversión y capitalización del país, con apoyo en salarios bajos y empleos poco capacitados y de baja productividad, lo que ha producido antagonismo social y pobreza, compenzada esta, con una política social que consume gran parte del gasto fiscal, que a su vez, se requiere en las ramas de infraestructura, educación avanzada, tecnología e innovación.
Por tanto, más bien podrían verse la etapa neoliberal mexicana, como el preambulo y simiente de un nuevo y más avanzado ciclo del desarrollo económico , sustentado en una mayor participación y empoderamiento del sector privado nacional e internacional por una parte, y por otra, en la solución de los problemas ya mencionados, de educación avanzada, desarrollo científico y tecnológico de vanguardia, fortalecimiento y alta consolidación de los sistemas judiciales, de seguridad pública, sanción de delitos, y del alto imperio de la punidad.
Podría pensarse o deducirse (aclaro esto es interpretación personal), que en esta idea del desarrollo no se considera tan central la corrupción, para canalizar mucho más los esfuerzos en combatir y erradicar la impunidad, que es en el fondo, pienso yo, lo que realmente hace más daño, ya que de esta manera quedaría en el conciente popular que quien haga cosas que se aparten de la ley, será sancionado y confinado con la severidad de la norma vigente.
Tanto en la presentación gráfica, como en el planteamiento teórico, expuesto por el secretario Meade, se advierte una buena y clara intención revolucionaria, de gran potencial transformador, que conociendo la disciplina técnica y el rigor administrativo que el funcionario en comento tiene, lo que es una de sus mejores cartas de presentación política, no se duda en lo más mínimo, que sea capaz de ejecutar esta propuesta, con la honorabilidad y decencia que se le conocen.
Esto lo planteó el señor Meade, valiendose de una comparación económico-estadistica, que abarca a su vez, los dos grandes espacios de ideología política: el desarrollo económico y el social, entre las dos Koreas, una comunista y la otra capitalista. Atribuyendole a la segunda de ellas, un modelo de innovación denominado capitalismo mixto, moderado, sustituto del neoliberalismo simple.
Por demás interesante la conferencia del actual responsable de la hacienda nacional, con lo que demuestra que tiene un proyecto político y económico, bien razonado y factible de venderse electoralmente, conveniente para todos, pues es en sus metas y estrategias generador de clases medias con buenos ingresos y capacidad de compra y consumo masivo.
Sorprende para bien, en todo esto, la conclusión inadvertida, nunca explicita, que puede haber en la presentación del secretario. Además la prudencia y buen cuidado con que se manejó durante toda su conferencia, habla bien de él y sus supuestas posibilidades políticas. Cabe también, por otro lado, considerar que la posibilidad de concretar estos planteamientos, queda sujeta al contexto del capitalismo autoritario y depredador del medio ambiente, como el Chino. O en el marco del capitalismo democrático y global, en el que México ya está bien encaminado.
Buen ejercicio, sin duda, el desplegado por el secretario, que vale la pena reflexionar, y sobre todo de leer y reeleer entre líneas y bajo el más amplio espacio deductivo.
NOS VEMOS Y LEEMOS EL PRÓXIMO MARTES.
