Hay personajes que se distinguen más allá de los colores partidistas con los que se les identifican. Pueden cambiar de partido y van a seguir siendo los mismos. Tampoco los cambia estar en la cúspide o en el terreno más bajo.
Felipe Garza Narváez es uno de esos personajes. Cuando militaba en el PRI lo distinguía su disponibilidad al diálogo, con propios y extraños. Se fue a Morena y los analistas supusieron que puesto que se preparaba el arribo de un nuevo partido al gobierno, se aprovecharía la experiencia política y los buenos oficios de elementos como Garza Narváez, pero no fue así.
El partido no le dio la oportunidad de ser candidato en el 2018, en el 2019, ni en el 2021. Este año se prefirió entregar la candidatura a un desconocido del Partido Verde que está destinado al fracaso.
Se postuló como candidato a diputado federal a un “pichón”, que además tiene como rivales a dos pesos pesados: Enrique Cárdenas del Avellano, del PRI y a Oscar Almaraz Smer, del PAN, que está obligado a ganar.
Garza Narváez como candidato, sumado a la marca del partido, habría puesto a temblar a Cárdenas y a Almaraz, porque llegaría con muchas ventajas. Morena le queda a deber a Garza Narváez y seguramente después de la elección los estrategas que decidieron las candidaturas en Tamaulipas se van a preguntar ¿qué hubiera pasado si Garza Narváez hubiese sido el candidato? Pero lo que respondan saldrá sobrando, el daño ya estará hecho.
En otro tema, basta revisar la prensa y los medios digitales del país, para corroborar que la molestia que hay en Nuevo Laredo porque se menospreció a un sector de la militancia de Morena, existe en casi todos lados. Lo mismo en Reynosa, que en Victoria y Matamoros. En Michoacán, en Aguascalientes, en Guerrero, en la Ciudad de México. No se diga Nuevo León, donde la arrogancia impuso a la priista Clara Luz Flores, quien después de ir arriba en las encuestas, acaba de bajar al tercer lugar, como resultado de su relación con el líder de la secta NXIVM, Keith Raniere, quien cumple una condena de 120 años por delitos de explotación sexual.
Reiteradamente Clara Luz negó conocer a Raniere y ser parte de su secta, pero el 26 de marzo se dio a conocer un video donde la morenista dialoga con el hoy preso, durante más de una hora.
Las imposiciones en Morena, son cosa cotidiana.