Los Pumas han iniciado la temporada siendo eficientes, ganando sus dos partidos disputados en casa, para no dejar puntos en el camino.
Es cierto que el Santos Laguna los goleó, pero rápidamente se pusieron las pilas y le metieron cuatro al León de Nicolás Larcamón.
Con este resultado, sin duda Rafael Puente del Río puede empezar a trabajar con mayor confianza, en una silla que quema y pone presión.
Digan lo que digan los regios, los centennials y detractores, los Pumas son un equipo necesario, histórico y uno de los cuatro grandes.
Tienen una popularidad muy poderosa y credibilidad ante sus aficionados, para soportar muchos momentos de crisis, además de que se debe valorar cuando los resultados se dan gracias a su garra y un estadio que, cuando se conecta su afición, es el que más pesa en el país.
Ahí surge un dilema, ya que el domingo arrancaron con un solo canterano y el promedio de edad más avanzado en la jornada.
Ya salieron algunos puristas que exigen resultados, pero haciendo la misma fórmula que seguramente ya no alcanza.
Son días para reflexionar qué se quiere y qué se necesita a profundidad, ya que la exhibida que han dado las autoridades españolas por el tremendo sueldo que ganaba Dani Alves, ha generado una crítica hacia la operación actual de un proyecto que está perdido en los objetivos del club.
Lo que también es un hecho, es que es necesario que los Pumas no vuelvan a ser el equipo hazmerreír de la Liga, y abusados con las comparaciones hacia Chivas, porque son historias muy distintas, al igual que presupuestos y perfiles, aunque también los antis los pongan en la misma bolsa.
El arranque de los de azul y oro… bueno, ahora negro y oro, con ese bonito uniforme del domingo, ilusiona y hace entender que en Ciudad Universitaria hay que ganar y recuperar el camino de gloria de los Pumas.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al grito que se escucha fuerte de nuevo en nuestro futbol: ¡Goya!
@EnriqueVonBeas