Hasta antes de que Morena diera a conocer a sus candidatos, se había generado mucha expectación, dentro y fuera, había quienes suponían que la elección sería un pic nic, que Morena arrasaría gracias a la forma de gobernar del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Por esos días el senador suplente Alejandro Rojas aseguraba que el partido estaba tan bien posicionado que arrasarían en las urnas, sin importar quiénes fueran sus candidatos.
Pero después de la primera lista de prospectos a las diputaciones y las posteriores impugnaciones internas, todo se desinfló dentro de Morena al grado de que si hoy fuesen las elecciones, pocos apostarían por los candidatos de ese partido.
Algo similar a lo de Tamaulipas, ocurre en Puebla, donde el candidato a gobernador de Morena, Miguel Barbosa estaba tan bien posicionado que se daba por hecho que arrasaría en las urnas. El problema es que el senador Alejandro Rojas lo acusó de haber comprado una casa de 120 millones de pesos que ya afectó su imagen, sobre todo porque no ha explicado cómo la adquirió. Igual y se ganó la loto. La tarde del jueves lo entrevistó José Cárdenas, le preguntó sobre la casa, Barbosa se molestó y empezaba a contestar cuando la señal telefónica se fue, porque viajaba por carretera. Total que nos quedamos sin escuchar sus sesudas explicaciones.
Es curioso que en Tamaulipas y Puebla, Morena vive un fuego amigo que es protagonizado por Alejandro Rojas.
En otro tema, una vez que inicien las campañas se aplicará una veda electoral en los tres niveles de gobierno y no se podrá dar difusión a sus actividades, salvo las relacionadas con la educación, salud y las necesarias para la protección civil en casos de emergencia.
Los programas sociales no se verán afectados. Los que reciben apoyos federales, estatales o municipales, los seguirán recibiendo. Y que bien que así sea. Estos apoyos los reciben los que más lo necesitan.