¿Por qué será que Pepe Carmona nunca termina con las responsabilidades que se le asignan? ¿Es por incapacidad o por ser víctima de ajustes políticos?
Egidio Torre lo invitó a hacerse cargo del Instituto Estatal para los Migrantes, recién creado, en mayo de 2011 y 16 meses después fue destituido de manera vergonzosa, en medio de señalamientos extraoficiales que le atribuían toda clase de abusos. Y remarcamos: extraoficiales.
Se le inventó la cartera de Comisión de Migrantes dentro del PRI Estatal en ese mismo 2012 y antes de dos años la posición despareció del organigrama, lo que no fue obstáculo para que este residente en Texas buscara la candidatura a una diputación federal en el 2015, bajo las siglas del PRI.
Durante meses Carmona se promovió como aspirante a diputado de los migrantes, pero fracasó en su intentona, lo que en el 2016 lo llevó a cambiar sus simpatías partidistas y se fue a apoyar al PAN.
En el actual sexenio regresó a la titularidad del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes donde se distinguió más por su publirelacionismo que por su efectividad.
Con la salida del texano Pepe Carmona, ahora llega la ex diputada Brenda Cárdenas, de raíces mexicanas.
Desechado de administraciones estatales del PRI y el PAN, es probable que ahora Carmona busque cobijo en Morena. ¿O por qué no en un personaje que se presente como apartidista?
En otro tema, ¿qué estaría declarando Andrés Manuel López Obrador si 200 empresarios se reunieran con el Presidente de la República en turno y éste les pidiese comprar hasta 400 mil cachitos de lotería de 500 pesos cada uno?
Diría que se trata de un derecho de piso, de una extorsión a cambio de la cual los empresarios recibirán favores.
Los pases de charola, en los tiempos de Morena, dicen ellos, “son voluntarios”, aunque el senador Gustavo Madero, nieto de Francisco I. Madero, el personaje histórico al que el Presidente López Obrador asegura admirar, dice que la venta de boletos de la rifa “es una extorsión”.