Más allá de las 280 mil personas, congregadas en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, que llegaron a ver a la banda regional mexicana del momento, existe un equipo que está más firme que nunca para jugar en Qatar.
Para ellos no existe ese pequeño cuestionamiento que todos tenemos para entender el trabajo de un grupo cerrado que tiene pocos cambios ante los contextos actuales de cada jugador.
Ahí claramente se ve que el respaldo a Jesús Manuel Corona y Raúl Jiménez, en específico, ha generado un ambiente tenso y tóxico en el entorno del Tricolor por los malos funcionamientos, pero resulta muy sólido para los que saben que —sin estar al 100%— llegarán a Qatar.
Ahí es donde podemos entender la gran crisis de Gerarado Martino, a quien vemos tenso, sin ganas y respondiendo todo a la defensiva.
Se burla del entorno y miente. Dice que no hay campañas en su contra, cuando hace un mes decía que había una.
Que por fin —en cuatro años— le preguntan de futbol, cuando en casi todas las conferencias de prensa sí le preguntan del tema cancha.
Cree que el entorno está en su contra, por muchas cosas que pasaron ante todos los meses que estuvo ausente del ambiente tricolor.
Con ese cansancio, con esa cara de enfado y esa molestia muy cantada por el día a día entre los medios de comunicación y el cuerpo técnico, sus jugadores están firmes.
Ahí es donde, para bien o para mal, se decidirá el futuro real de lo que aspira la Selección Nacional en el Mundial.
Es momento de cambiar el eje de la conversación, para buscar los retos gracias a los jugadores que tendrán otra oportunidad para trascender acorde al nivel de inversión y apoyo por tantos años, con el objetivo de jugar el quinto partido.
¡Bienvenidos, bienvenidos! Al verdadero Grupo Firme de nuestro país: los seleccionados, quienes están inamovibles, con todo y lesiones, baja de juego y nivel para participar en una Copa del Mundo.
@EnriqueVonBeas
