Alejandro Moreno estará en Tamaulipas este jueves, como parte de su gira para promover su candidatura a la dirigencia nacional del PRI, que se decidirá mediante el voto de los militantes el próximo 11 de agosto.
Moreno, conocido como Alito, tiene como contrincante a la ex gobernadora Ivonne Ortega la que por cierto intentó ser candidata presidencial en el 2018, pero perdió ante Pepe Meade. Hoy se encamina por el mismo rumbo. La cargada, con 11 de los 12 gobernadores que le sobreviven al PRI, está con Moreno, además de muchos de los comités estatales donde el tricolor es opositor, como es el caso de Tamaulipas.
A los priistas les hace falta oxígeno para intentar revertir la mala racha que padece desde hace algunos años y que lo llevó al tercer lugar de las preferencias electorales.
Puede sonar increíble, pero en estos momentos la principal fortaleza del PRI y de la oposición en general, se finca en los errores y vicios del gobierno federal y Morena. Tiene que aprovechar esa situación a su favor.
El gran reto de Alejandro Moreno no es ganar, lo que será relativamente fácil, sino qué hacer una vez que gane la elección para llamar a la reconciliación y a la unidad de los priistas. Además debe explorar una mayor apertura para grupos y militantes que se interesen en participar en la renovación del partido. Si les permite que se desenvuelvan, que participen libremente, que opinen, los hará sentir parte del partido y los motivará a trabajar con mayores ganas.
En unidad será más fácil avanzar y esto se debe replicar en todos los rumbos del país. Tiene que ser una unidad en la que todos sean iguales, se tiene que desterrar la imagen de líderes gandallas que se apropian de los cargos plurinominales y a la militancia le palmean la espalda al tiempo que les dicen que se están sacrificando por ellos.
En fin, Alejandro Moreno compró todos los boletos para la rifa del tigre. El decidirá qué hacer.
Después de la elección de Morena vendrán los cambios en los comités estatales y municipales donde ya se cumplió el período estatutario o en donde recién hubo elecciones y al PRI le fue muy mal, como es el caso de Tamaulipas donde al partido lo vapulearon.