Ahora resulta que como en los países europeos y en Canadá se está exigiendo a los turistas que ingresan que presenten su certificado de vacunación contra el Covid 19, que esté amparado por las marcas Pfizer, Moderna o Janseen, muchos mexicanos están angustiados porque a ellos les aplicaron la Sinovac, Cansino o la Sputnik.
La preocupación es válida si se tiene programado viajar al exterior, pero de no ser así, es una preocupación en vano.
Pero además, muchos de los que ya están vacunados no tuvieron opción de decidir qué vacuna aplicarse. Las opciones eran tomar la vacuna ofrecida y proteger su salud, o esperar y correr el riesgo de contagio y de una posible muerte. Y a estas alturas todos conocemos casos de familiares, amigos, vecinos, conocidos o compañeros de trabajo que fallecieron de Covid y eso que algunos de ellos decían que la enfermedad no existía y que era un invento de alguien sin quehacer.
Con las restricciones para viajes a Europa hay quienes se preguntan qué va a pasar una vez que se abran los puentes internacionales para cruces en general. Y es que en Nuevo Laredo se aplicaron miles de vacunas Sinovac. ¿Se impedirá el paso a los vacunados con Sinovac?
Por lo pronto el mayor de Laredo, Pete Sáenz, ha sido muy claro en el sentido de que todas las vacunas son buenas y lo importante es que la gente se inmunice.
Paralelamente, nuestros vecinos han sido muy generosos y han vacunado a quién lo ha solicitado, sin importar su estatus migratorio, lo que nos hace creer que en el supuesto de que el gobierno federal no validara las vacunas chinas, rusas o indias, se permitirá que los mexicanos crucen a Laredo para aplicarse las vacunas estadounidenses o la inglesa.
El cierre de los puentes internacionales para actividades no esenciales, ha beneficiado al comercio fronterizo y de acuerdo con el Presidente de la FECANACO en Tamaulipas, Julio Almanza Armas, desde que se aplican las restricciones, se han generado ingresos adicionales por más de 45 mil millones de pesos de compras que se hacen en el lado mexicano, ante la imposibilidad de cruzar al lado americano.
No sabemos qué tan cierta es esta cifra, lo que sí es verdad es que con el cierre de los puentes surgió un mercado de gente que cruza al lado americano y hace las compras de las familias neolaredenses por una cuota de 15 dólares por cada 100 dólares de mercancías adquiridas. Van a la tienda que el cliente les indica.
También surgieron vendedores minoritarios de alimentos americanos que van desde cereales, frituras, golosinas, latería, salchichonería, lácteos, galletas y se ofrecen a precios inferiores a los de los supermercados formales instalados en Nuevo Laredo. Es el ingenio mexicano, que ante las adversidades encuentra soluciones.
En fin, se cumplen 16 meses de que los puentes están cerrados. Hay que esperar un mes más para ver si los gobiernos de Estados Unidos y México deciden abrir o el cierre se prolonga más tiempo.