El truco de basificar desesperadamente a muchos y sobre todo a los cuates se quiere implementar en el municipio de Altamira.
En Altamira hay un intento de hacer lo mismo, pero sin la participación del gobierno municipal que aún ejerce en su período constitucional Alma Laura Amparán, misma que se ha negado a favorecer una masificación injustificada para poder entregar una administración pública municipal en buenas condiciones y no comprometida en su presupuesto.
Le cuento. Trasciende que las intenciones de Federico Pérez alias “El Iguano”, eterno Secretario General del Sindicato de Trabajadores del Republicano Ayuntamiento de Altamira al parecer van en ese sentido.
Y es que las versiones no oficiales es que este líder sindical viene presionando a la autoridad municipal para que haga algunas basificaciones sin sentido, sin planeación financiera pues, antes de entregarle el poder municipal al alcalde electo Armando Martínez.
Se sabe que este señor, el cacique sindical tiene varios negocios en Altamira como la ganadería por el rumbo del puerto de Altamira, taxis, renta de sillas, de maquinaria pesada y hasta una finca, etc. y sobre eso las versiones extraoficiales dicen que a algunos empleados los tiene comisionados a través del sindicato de empleados del ayuntamiento de Altamira.
Ahora, a unas semanas de que concluya este gobierno local desea basificar a esos comisionados (sus trabajadores), pero ha recibido un rotundo no, pero al perecer él insiste.
El Iguano ha sabido permanecer en la cima del poder sindical de los trabajadores del gobierno local de Altamira al paso de varias administraciones y la voz popular dice que ya no es un humilde trabajador.
Se cuentan historias interminables de su relación política. Por ejemplo, que quiso ser regidor con Griselda Carrillo, sin embargo, la dama no ganó en las urnas, después hizo lo mismo con Carlos Toral y la derrota truncó sus aspiraciones de hacer regidor a un miembro de su familia y la última fue que también buscó ser regidor con Ciro Hernández y este candidato perdió.
Además de ser ambicioso, tiene mala suerte y se las “pega” a sus candidatos porque todos pierden. En fin, pero la leyenda urbana dice que en las últimas tres administraciones se volvió proveedor de sillas, mesas, manteles, todo tipo de materiales para eventos masivos y le agregan que también rentó retroexcavadoras.
Total, que ha sido muy hábil a través de la presión en su manejo con el poder, pero ahora en tiempos de austeridad republicana y el buen manejo de las finanzas públicas esas “artes” ya no cabe hacerlas, y menos en el ayuntamiento local de Altamira (el saliente).
Una leyenda urbana más corre en Altamira, que El Iguano (Federico Pérez), Secretario General del Sindicato Único de Trabajadores de Altamira mantiene a “cuota” al personal libre con la promesa de darles una base sindical y a estos trabajadores, trasciende que les “sugiere” que le compren carne de cerdo que vende frente a los patios de Servicios Públicos. ¡Imagínese usted si eso es cierto! Sería algo así como una tienda de raya.
¡Ah! Y se me olvidaba que al parecer tienen grandes dotes de mago, dotes que harían palidecer a David Cooperfield, porque una casa de Infonavit la convirtió en una residencia de lujo.
Vaya pues, sin decir que este texto es una acusación legal, sí menciono que sería urgente que se le hiciera una investigación por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera y Económica de Tamaulipas (UIFE) a cargo de Raúl Ramírez Castañeda y de encontrársele habría que actuar conforme a la ley.
Y con respecto de las presiones políticas o administrativas y sindicales que este sujeto podría estar haciendo para la basificación de “cuates” disfrazados de empleados municipales, que en realidad no lo son, habría que hacerle una barrera y ahí también tendría que actuar Armando Martínez Manríquez el próximo alcalde Altamira para parar las intenciones del cacique.
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