Aunque Gerardo Martino haya tratado de ser lo más político posible cuando le cayó encima la pregunta de qué tanto “estorba” la Nations League, en plena preparación de la Selección Mexicana para el Mundial Qatar 2022, es evidente que esta competencia oficial no cae en el mejor momento.
De entrada, porque volver a jugar contra los rivales con los que de por sí te tienes que eliminar para ir a la Copa del Mundo no es lo que un entrenador quisiera, en una zona como la Concacaf, para tratar de recuperar el nivel futbolístico que ha extraviado. Y después, porque pensando en esta situación, el Tata ha liberado a 16 de los 38 futbolistas que concentró para la gira por Estados Unidos; es decir, a los que seguramente estarán con él en el Mundial, para quedarse con los chavos que ha comenzado a ver desde el año pasado.
Y ahí viene otro error. El mensaje que da Martino es que quiere “rescatar” a estos jugadores mientras estén en la Selección, pero el equipo mexicano no está para recuperar futbolistas, sino para que la nutran los mejores, los que estén en su mejor momento futbolístico y, a partir de eso, y de una disciplina inquebrantable, aporten su calidad a los intereses de un colectivo.
El Tata se equivoca en los mensajes hacia adentro y hacia afuera, porque hoy pareciera que todo es perfecto en el equipo y que en el autoanálisis que —aseguran hacen— faltan algunas cosas que son evidentes sobre la cancha y no se tiene que ser un experto en táctica ni utilizar conceptos rimbombantes para señalarlos, como el hecho de que los laterales mexicanos fueron claramente superados por los extremos de Ecuador antenoche, aunque el técnico diga lo contrario.
Y entonces vendrá la Nations League ante Surinam en Torreón y con la visita a Jamaica, dos partidos que —con el equipo que quiera parar— no deberían representarle nada al Tata, pero por las condiciones actuales pueden generarle más ruido en contra que a favor, a partir del resultado y del funcionamiento, incluso con la victoria en el bolsillo.
Ese es el riesgo de la maldita Nations League, que realmente no dará nada en lo deportivo y en lo económico tampoco es una maravilla. Hoy por hoy, Gerardo Martino no se ve cómodo en diversos aspectos con la Selección y seguramente en los siguientes días, mientras tenga que disputar el inicio de este torneo oficial de la Concacaf, tampoco estará cómodo.
Pero nunca lo va a decir, porque sería como escupir para arriba, pero el tener que jugar esos partidos quizá no era lo que hubiera preferido, sino que le buscarán a otro rival que le pusiera a prueba al grupo de jugadores que sí necesita pulir, mejorar, para evitar el ridículo en Qatar 2022, lo cual es la verdadera misión, y no jugar la Nations League, que no sirve para maldita la cosa.
@gvlo2008
gerardo.velazquez@eluniversalbgwire.com.mx