La presidenta del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, Claudia Ruiz Massieu Salinas, declaró que los priistas reflexionan las causas que motivaron su más reciente derrota y como parte del diagnóstico que se hace se puede discutir y evaluar un eventual cambio de nombre del partido.
El PRI no solo fue derrotado el pasado 1 de julio, su candidato presidencial obtuvo el más bajo porcentaje de votos en los 89 años de historia del partido. Sí, el genio de José Antonio Meade resultó un fiasco.
El PRI nació en 1929 y fue el resultado de la fusión de más de 8 mil partidos políticos, la mayoría de los cuales eran de membrete y muchos otros más contaban con pocas decenas de militantes o incluso su membrecía se contaba con los dedos de una mano.
Lo que Plutarco Elías Calles buscaba con el naciente Partido Nacional Revolucionario era que los militares canalizaran sus esfuerzos políticos a través de la lucha política y no la lucha armada.
En 1938, Lázaro Cárdenas le cambió el nombre a Partido de la Revolución Mexicana y de paso sacó a los militares como sector integrado, lo que no fue obstáculo para que su sucesor fuese otro militar.
Manuel Ávila Camacho volvió a cambiar el nombre en 1946 y le impuso el actual de Partido Revolucionario Institucional que se encargó de dosificar los avances democráticos de la sociedad y lo hizo también que durante 60 años el PRI ganó la presidencia de la república y todas las gubernaturas.
La primera gubernatura que perdió el PRI fue Baja California en 1989 y todavía se discute si ganó realmente el PAN o si todo fue resultado de una concertacesión que se permitió Carlos Salinas a cambio de que los azules legitimaran su llegada a la presidencia de la república.
Ocho años después, en 1997, el PRI por primera vez perdió la mayoría en el Congreso, junto con el gobierno de la Ciudad de México que hasta la fecha sigue gobernando la izquierda.
Cuando el PRI perdió por primera vez la presidencia de la república, en el 2000, hubo quienes vaticinaron la desaparición del PRI, pero 12 años bastaron para volver a ganar.
Pero hoy su derrota es diferente, pues en el 2000 perdió la Presidencia pero retuvo el Congreso y la mayoría de los Estados. Ahora perdió casi todo, sigue gobernando 15 Estados, pero en unos meses solo le quedarán 12 y ahí es donde se va a concentrar. El PRI seguirá siendo un partido nacional, como lo es el Verde, o el PT, pero con fuerza regional en las entidades donde gobierne.
Donde es oposición, difícilmente se va a levantar y por el contrario se seguirá desmoronando como sucede en Nuevo Laredo donde varios grupos que hasta hace algunos años estaban con el PRI, ahora están con el PAN, unos abiertamente, otros encubiertos, pero ya todos saben quiénes son.
