El modelo actual de comercio mundial colapsó con el impacto del Covid-19. La organización Mundial de Comercio (OMC) lo confirma con el reporte del Barómetro sobre el Comercio de Mercancías, que registró una cifra negativa del 18.5 por ciento en el segundo trimestre de 2020, respecto al mismo periodo de 2019. Los intercambios ya presentaban un descenso en 2019, por el auge de la guerra comercial y el aumento de aranceles, pero la pandemia generó un punto de inflexión para el modelo productivo y comercial globalizado.
El reciente reporte del Barómetro sobre el comercio de Mercancías de la OMC registró una cifra negativa de 18.5 por ciento en el segundo trimestre de 2020. El índice de intercambio de mercancías se colocó en 85.5 puntos, lejos de la marca de los 100 puntos, que hacia arriba indica una tendencia positiva. Esta cifra significa que el comercio global opera en número negativos y está lejos de alcanzar números positivos. El Barómetro registró caídas en todos los sectores, en los que destacan el desplome en el sector automotriz y servicios.
El virus SARS-Cov-2, Covid-19, paró de un momento a otro las cadenas de producción globalizadas y el comercio de mercancías en el mundo. La emergencia sanitaria y las medidas para contenerla profundizaron las ya vulnerables relaciones productivas y comerciales a nivel internacional. En 2019 el auge del proteccionismo entre las naciones, con las guerras comerciales y el aumento de aranceles, afectó las cadenas internacionales de valores. El proteccionismo y la pandemia provocaron caídas en el comercio en 2019 y 2020, y se espera que su impacto continúe en 2021.
El volumen de intercambio comercial creció por dos décadas a un ritmo acelerado, que era el doble del Producto Interno Bruto (PIB). El proteccionismo y la pandemia provocó migraciones productivas y comerciales que no regresarán al antiguo modelo comercial. Los países que están interconectados, como México, se verán profundamente afectados. Es por esto que los gobiernos en colaboración con el sector privado deben trabajar en diversificar los flujos comerciales y distribuirlos para evitar las restricciones provocadas.
Para facilitar una reestructura del modelo comercial global, las naciones y sus socios regionales deben fomentar la marcha de estímulos fiscales y monetarios. La cooperación internacional y la apertura de las economías es fundamental para hacer frente a esta realidad global y reconectar las cadenas de producción y los flujos comerciales. La OMC advierte que “nadie puede solo”, pues la actividad comercial del planeta podría caer hasta un tercio de un año a otro.
