Si el Partido de la Revolución Democrática y su candidato JUAN ZEPEDA -en realidad es a la inversa en proporción de méritos- no hubieran alcanzado ese inesperado resultado, MORENA habría obtenido el triunfo en el Estado de México
El ex presidente municipal de Nezahualcóyotl hizo ganar al priista ALFREDO DEL MAZO. Haberse atenido a la sombría actuación de JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA hubiera sido el final de la hegemonía priista en la tierra del presidente ENRIQUE PEÑA NIETO.
Zepeda superó expectativas y hace un par de días Del Mazo declaró que lo invitaría a trabajar a su Gobierno llegado el momento.
En función de ese escenario resulta sorprendente que ANDRÉS MANUEL LOPREZ OBRADOR, en una decisión aparentemente emanada del Congreso Extraordinario de MORENA, haya decidido no hacer alianzas con otros partidos políticos a la elección presidencial del 2018.
Suena utópica la propuesta de una alianza con los ciudadanos porque los ciudadanos de este país están permanentemente estacionados en la indiferencia.
Apostar su tercera, y muy probable última participación por la presidencia de la Republica, en esos términos, lo acerca a la derrota.
Más aún cuando el resto de los actores políticos lo ubican como el enemigo a vencer y se disponen, según se sospecha, a una secreta alianza que rebasa las reglas electorales.
Según Andrés Manuel su única alianza será con los ciudadanos. “Debe hacerse a un lado el sectarismo, ante quienes quieren participar de buena fe en la magna tarea de regeneración nacional”.
Propuso continuar con los acuerdos políticos de unidad, la prosperidad del pueblo y el renacimiento de México.
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