En México cuando no nos llueve, nos llovizna y quisiéramos tener argumentos para salvar a las autoridades federales, pero no es fácil. Me lo piden a cada rato desde Morena, pero sus argumentos se estrellan con la terca realidad y sus datos son, más que resultados, deseos y esperanza líquida.
Insistimos en la premisa superior. Nadie debe confundir sus deseos con los colectivos. Decía Mark Twain… “recogéis a un perro que anda muerto de hambre, lo engordáis y no os morderá. Esa es la diferencia más notable que hay entre un perro y un hombre”.
1.- Revisemos nuevamente: Un asunto es que nos llegue la pandemia de Covid 19, o el huracán Hanna en el noreste y otra muy distinta, la forma en cómo se gestionan los efectos devastadores de las crisis.
Dicho de otra manera, un tema son los desastres y otros, los efectos de las decisiones que las autoridades de los distintos órdenes de gobierno, toman sobre los mismos. Una premisa adicional es que: Todo lo que se hace y se dice, tiene efectos, positivos o negativos, en la misma proporción de quienes ordenan esas mismas acciones (IN).
2.- Aun no sabemos por qué la decisión perniciosa del Gobierno de la República de no masificar la aplicación de pruebas, pruebas y pruebas para detectar el Coronavirus, como lo sugirió la Organización Mundial de la Salud.
Y por qué además, se mantiene durante todo el 2020, un falsa idea de control de los efectos del Covid19 y un presunto aplanamiento de los contagios, cuando con sus propios datos, es estupido mantener.
3.- Vamos mal y la meseta de muertos se mantiene. Los científicos del mundo -no los que están en nómina federal, con ínfulas de secretarios de Estado-, insisten en que los contagios y muertes aumentan por mala gestión de gobierno.
Que necesitamos instaurar, obligadamente, además de las medidas de higiene y pruebas de control, el uso de cubre bocas, sin que importe que sea de triple capa o fifí.
Dicho en castellano, hay que contener la emisión de nuestras propias babas y evitar ser babeados por nuestros cercanos. Como sea, con pañoletas, mascarillas caseras, caretas y sobre todo, evitar tocarse la cara, sin antes lavarnos con abundante jabón o sanitizarlas con alcohol y gel de al menos 70 % GL.
4.- Tareas que deberían ser una promoción exigida por el gobierno federal, sin embargo, todo se ha resuelto en los gobiernos estatales y municipales. Cosa que agradecemos, pero que a la vez, mucho ayudaría que desde Palacio Nacional se dejaran de “bateo de babas” y como presumen, la sacaran fuera del parque.
5.- Cierto, los órdenes locales y los municipales son los primeros en atender a la sociedad. Lo vimos con la llegada atroz de Hanna, donde los presidentes municipales fronterizos y el gobierno de Tamaulipas han encabezado los esfuerzos de apoyo y respaldo a la zonas afectadas, en particular, a Reynosa.
El mismo jefe del ejecutivo, ha liderado los esfuerzos de rescate, e incluso hace gestiones para que el gobierno federal declare zona de emergencia. Vamos a ver, pues ya sabemos que al FONDEN le han minimizado recursos, mientras que del lado americano, en Texas, Trump -en campaña- declaró zona de desastre.
6.- Insisto, todo terminará en urnas electorales. Por un lado Donald el primer martes de noviembre con una desventaja de 15 puntos frente a Biden, mientras que del lado mexicano, AMLO se juega todo, atrincherado en sus presuntos 30 millones de respaldo popular.
Nostra Política.- Y hablando de cambios y cambios, “no siempre lo posterior a un momento determinado significa progreso”. Alessandro Manzoni.
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