Justo a las 23.50 horas, a 10 minutos de iniciar la ceremonia en la que Enrique Rivas rindió protesta como Presidente Municipal electo, la Sala Superior del Poder Electoral de la Federación, dio a conocer el fallo de los recursos SUP-REC-1420/2018, SUP-REC-1421/2018, SUP-REC-1423/2018 y SUP-REC-1488/2018, mediante el cual estos fueron desechados.
Con ese fallo, se ratificó el triunfo de Enrique Rivas en la elección del 1 de julio.
También se ratificó la reasignación de regidores de representación proporcional que determinó el TRIFE el 24 de septiembre y que dejó en 4 para Morena y 3 para el PRI. Bye, bye, a Mamá Lupita.
El fallo de la Sala Superior, le dio la razón al Comité Municipal Electoral que le entregó a Rivas su constancia de ganador el 3 de julio; al Tribunal Electoral del 18 de agosto que ratificó la decisión del Comité Municipal Electoral; y la resolución de la Sala Regional del Tribunal Federal Electoral que el 24 de septiembre, avaló al Tribunal Electoral de Tamaulipas.
Durante casi 3 meses, Morena se aferró a la fe. Le apostó a que en un acto de buena conciencia, los magistrados le concedieran el triunfo que los ciudadanos no le dieron en las urnas. En el imaginario de la fe, más de un morenista se convenció de que el Presidente electo, Andrés Manuel López Obrador intervendría en el proceso y ordenaría a los magistrados darle la razón a Morena. Lo mismo pasó en Puebla y en Coyoacán. La fe no les alcanzó para revertir los resultados.
Que bueno que los tribunales electorales ejercieron su autonomía. El país no está para copiar el modelo venezolano.
Las impugnaciones de Morena no hicieron más que alargar la agonía de sus militantes y simpatizantes, que se auto-convencieron de que con la intervención de López Obrador se podían revertir los resultados, al viejo estilo del presidencialismo priista.
Y mientras la Sala Superior desechaba los cuatro recursos citados, minutos después el alcalde Enrique Rivas pasaba a la historia como el primer presidente municipal en ser reelecto.
Para su segundo período consecutivo, Rivas le apuesta a jugársela con casi todo el equipo que lo acompañó en los dos primeros años. Las únicas novedades son Imelda Sanmiguel Sánchez al frente de la Secretaria de Obras Públicas y Diana Rodríguez Aguirre, en la Secretaría de Educación, Cultura y Deportes.
Es casi el mismo equipo, pero con un plan estratégico en el que se va a potencializar las acciones en Obras Públicas, Bienestar Social y Servicios Públicos Primarios. Los resultados que se obtengan en estas tres áreas, permitirán consolidar a la administración y mejorar la imagen del gobierno en general.