Se asignaron las comisiones en el cabildo y a Jesús Valdez Zermeño se le otorgó la presidencia de Obras Públicas, en tanto que a Jorge Ramírez Rubio se le dio la de Salud.
Los dos ediles opositores son personajes con amplia experiencia política y profesional, uno es constructor y otro se dedica a la medicina, lo que garantiza resultados positivos en cada una de las tareas que se les asignaron.
Ambos serán aliados de Enrique Rivas, pues los dos tienen experiencia política, son inteligentes, son operadores, tienen agilidad mental y como diría la raza, tienen el colmillo largo y retorcido. Le saben a la grilla.
Además saben que se obtienen mejores resultados negociando, que entrando en pleitos eternos, desgastantes y estériles.
Mientras tanto el abogado Rubén Cárdenas Mendiola estará al frente de la Comisión de Gobierno, Leyes y Reglamentos y ya recibió la instrucción de revisar y actualizar más de una decena de reglamentos.
Por otra parte, parece increíble que desde hace cosa de un mes, las instalaciones del Comité Municipal del PRI, estén sin energía eléctrica por no haber pagado el último recibo de consumo, de arriba de cien mil pesos.
No solo no tiene electricidad sino que además nadie quiere responsabilizarse de resolver ese problema. Su presidente Carlos Reséndez quedó tan dolido por la derrota, que ya no se para en las instalaciones.
Los sectores como la CTM, CNOP, MT y CNC, tienen sus propios locales, los mantienen activos desde toda la vida y sería injusto exigirles que cooperen, cuando el PRI no ha cooperado con ellos.
Pero algo se tiene que hacer y al PRI debe caerle el veinte de que la llave de las arcas públicas está cerrada para el partido y debe buscarle por otro lado.
Atrás han quedado los tiempos en que el Comité Municipal recibía 660 mil pesos mensuales del gobierno del estado para su operatividad, que se iban en el pago de los integrantes del comité directivo. Ahora el presidente y directivos, tiene que ir a trabajar de manera voluntaria, y con el riesgo de tener que desembolsar de su bolsillo gastos ordinarios. Claro, siempre y cuando quieran la camiseta.