Celulares

El primer celular que tuve fue un NecG8 de Telcel, que era grande y pesado, y que solo tenía la función de llamar por teléfono, nada que ver con los celulares de hoy que ya incluyen de todo en sus ligeras estructuras. Fue a fines de 1996 cuando me compré ese aparato, el cual era de prepago, por lo que le cargaba tarjetas de 100 pesos, en tiempos en que el costo de llamada era de 10 pesos por minuto o fracción, así que si hablabas un minuto con un segundo, ya te estaba costando la llamada 20 pesos, y ojo, el cobro era si llamabas o si te llamaban también , de ahí que las llamadas fuera de lo más rápido a fin de evitar que no fuera tanto el costo y no se te agotara con prontitud el crédito de la tarjeta. Traer un celular en aquella época era todo un lujo, y subirte a un camión con uno de esos aparatos colgado a tu cintura, era algo muy “picudo”. A la par del Nec100 había otros aparatos como el MicroTac de Motorola, conocido como “pocket”, y sobre todo el lujoso StarTac, que era muy caro para aquella época. Asimismo el Nokia 9160 y el Nokia Communicator, así como el Philips Diga. Igualmente todavía estaba en servicio el clásico Motorola DynaTac, mejor conocido como el “celular ladrillo”, por su gran peso y tamaño, y que fue de los primeros celulares en salir al mercado. Años más tarde vendría a la ciudad la empresa Pegaso, que absorbió a Cedetel, y trajo nuevos modelos de celulares. Ya para el año 2000 muchas más personas traían celulares, a la vez que en el mercado seguían saliendo marcas. Llegó también la empresa Nextel, con sus bromosos aparatos que aparte de hacer llamadas, se podía usar el servicio de radio-transmisor. Este servicio al mes no bajaba de 500 pesos la renta, pero muy comúnmente el costo se disparaba por el uso adicional al límite. En el 2005 apareció el primer teléfono celular con wi-fi y en el 2008 se puso en funcionamiento el primer iPhone, considerado el primer smartphone de la historia. En lo sucesivo los celulares empezaron a tener Internet, con servicio lento, pero activo, que a la vez elevó los costos. Hoy en día, a casi 24 años de mi primer celular, estos aparatos de comunicación son de lo más moderno, y traen un montonal de aplicaciones, más las que se le puedan agregar, y el servicio de Internet es por demás eficiente. También los costos han bajado mucho, pues se puede tener todo el servicio hasta por 300 pesos al mes. Hoy los celulares sirven hasta para tener juntas de trabajo a distancia, por lo que prácticamente son ya unas oficinas portátiles. La tecnología de plano nos ha rebasado. Soy de los que tuvo una infancia sin celulares, pero que he ido creciendo con el uso de los mismos y me he tenido que ajustar a su desarrollo para no quedarme “fuera de la jugada”, aunque he de reconocer que no entiendo todas las aplicaciones que traen, a tal grado que en estas fechas, un chamaco de 10 años de edad, sabe mucho más que yo, y que muchos otros, del manejo de los celulares, porque ellos sí han crecido de plano con dichos aparatos, han de hecho nacido con ellos. Hace poco una sobrinita me preguntó si cuando estaba en la escuela me dejaban usar el celular, a lo que le dije que en mi época no había celulares, por lo que se sorprendió mucho, pero más se sorprendió cuando le dije que tampoco teníamos Internet, a lo que me dijo: “¿Entonces qué hacían?”, lo que me dejó claro que los chamacos de hoy dependen mucho de la tecnología, y sobre todo ya no tienen que pagar para tener Internet, pues ya hay muchos sitios públicos con señal. Obviamente los celulares, o más bien los “smartphones” van a seguir mejorando, van a seguir incorporando más herramientas y van a seguir siendo esenciales en nuestras vidas, porque la tecnología sigue creciendo a pasos agigantados y tenemos que ajustarnos a la misma. Y si antes era “picudo” que alguien trajera un celular en un camión urbano, hoy es de lo más común, y nada sorprendente. De hecho habrá gente que no traiga para el camión, pero sí traerá un celular de más de mil pesos de costo, para poder mandarle un mensaje a alguien, “colgado” de cualquier red con wi-fi, para que le den “raid”. Son otros tiempos, son otras formas de vida.