Me da gusto que el PRI haya decidido que Juan de Dios Juanes Carrizales sea su candidato a la diputación federal.
A sus 33 años, que cumplió la semana pasada, Juanes es un hombre muy centrado, informado, crítico, auto-crítico, apasionado de la CTM y el PRI. A diferencia de otros jóvenes que decidieron desertar del PRI, cuando se perdió la alcaldía por segunda ocasión consecutiva, Juanes decidió quedarse.
Hace unos meses, cuando se empezó a mencionar que quería ser presidente del Comité Municipal del PRI, en una reunión privada con el delegado estatal, Eliseo Castillo, este abiertamente le pregunto si estaba interesado en la dirigencia. Juanes dijo que si le gustaría dirigir al PRI… pero no en ese momento, porque no era su momento. De esa reunión, después surgieron múltiples versiones que han terminado en leyendas urbanas que no vale la pena mencionar.
Juanes participa en el sector juvenil de la CTM y también tiene la cartera de Secretario de Gestión Social en el Comité Municipal del PRI.
Con su postulación, el PRI atiende el viejo reclamo de los jóvenes pidiendo espacios de participación electoral. Querían caras nuevas, pues ahí la tienen con Juanes.
Juanes es luchón, es tenaz, pero sobre todo muy bien intencionado, no cedería en sus gestiones. No se daría por vencido tan fácilmente.
Ahora que hay que decir que se sacó la rifa del tigre. La candidatura no es un premio, es más bien una papa caliente. Por eso varios a los que se les ofreció, no aceptaron. El solo hecho de que Juanes haya aceptado, lo confirma como un apasionado del PRI.
El proceso electoral que viene esta complicado, poco le ayuda la marca PRI.
No tenemos la menor duda de que Juanes le va echar muchas ganas. Va hacer todo lo humanamente posible para ganar, pero para ello va a necesitar el respaldo de los priistas, de los cetemistas, de los ciudadanos, de todos.
El PRI ya tiene su candidato a diputado, habrá que ver a quiénes postulan los otros partidos y qué traen en el morral para convencer a los ciudadanos de que les den su voto.