Los encontronazos al interior del PRD tuvieron repercusiones.
Originalmente una fracción del PRD, la que liderea Sergio Martínez López, propuso y registró como candidata a la regiduría, en la tercera posición de la planilla “Por Tamaulipas al frente”, formada por el PAN-PRD-MC, a Melina Avila Hernández.
Sin embargo, más de una veintena de los 25 consejeros políticos municipales presentaron una queja ante la Comisión Nacional de Candidaturas del CEN del PRD, impugnando el registro de Melina, con el argumento de que no se había registrado en tiempo y forma, cuando se abrió el proceso de registro de pre-candidaturas. Ese organismo, aceptó la queja y Melina fue sustituida por Sonia Judith Martell Alvarado, hija del desaparecido, controvertido y querido Víctor Martell Cisneros, uno de los fundadores del PRD en Nuevo Laredo y a quien se le recuerda por muchas razones, entre ellas, ser combativo y por salir a protestar a las calles cada que lo consideraba necesario.
No es el único cambio registrado.
También los hubo en la primera posición de la planilla del candidato independiente, Víctor Vergara y en su lugar va la regidora con licencia, Guadalupe Carmona quien apenas el miércoles presentó una solicitud ante el cabildo para separarse temporalmente de su cargo, y en su lugar entró su suplente, su hija María Nidia González Carmona.
Guadalupe Carmona, conocida como Mamá Lupita, le agarró cariño al poder que da ser regidora.
Esto de los cambios en la planilla ha desatado rumores de que en el PRI se podría reconsiderar la inclusión de Luis Eduardo Martínez, lo cual nos parece un dislate. La política no se debe ver como un juego.
El PRI se equivocó al dejarlo fuera, pensando que Luis Eduardo no podría apoyar a otro partido. Y, sí, sí puede. Va apoyar la candidatura de Enrique Rivas para la alcaldía. Y además, envía a su amigo Jaime Emilio Gutiérrez a trabajar directamente con el PAN.
El PRI ya no debe hacer cambios en la planilla. Debe cargar con los errores de haber impuesto a líderes juveniles de papel, a personajes que fueron candidatos y perdieron, a dirigentes de membrete, a otros cuyo mérito es ser novia del amigo y así por el estilo. Es lo mismo que pasó en el 2016. No aprenden.