Sea como sea bajan o se baja el candidato en plena campaña provocando una crisis interna en el partido político o en los partidos coaligados que habían postulado originalmente para que esa persona los representara en las urnas. Si bien es un asunto extraordinario que se vive en un proceso electoral, resulta una constante en cada año de elecciones; sin embargo, aun con esa condicionante, nunca se preparan ante esa probable eventualidad quienes deciden las candidaturas.
Es entendible que en el proyecto de una persona que será candidata no se contemple a un o una sustituta para que entre en caso de no proseguir el proceso electoral, pero lo que no tiene justificación es que los liderazgos de los partidos políticos no lo contemplen, no solo para la sustitución, sino por una básica formación de cuadros. Precisamente es lo que sucedió en esta contienda de 2021 con el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) cuando renunció su candidata a la Alcaldía de San Nicolás, Nuevo León, Josefina Villarreal González; sin olvidarnos la controversia impuesta por la equidad de género hacia el Partido Acción Nacional (PAN) por la que tendrían que quitar a un candidato a la Presidencia Municipal de Guadalupe, San Pedro Garza García, Santa Catarina, o San Nicolás, Nuevo León.
En mi opinión, en el famoso “librito de campañas” que tanto argumentan los estrategas, ya debería estar considerado como una constante ordinaria el que se pueda quedar sin candidato o candidata ya empezado el proceso electoral, incluso ya en la recta final cercana a las elecciones. Por tanto, sí se plantea desde esa óptica, se previene la crisis antes de que llegue, o bien, es una preparación en práctica real para los siguientes cuadros políticos de futuras contiendas en esa misma circunscripción electoral. Claro, en el mundo real, esto parece una utopía pero no lo es con asesores experimentados.
En mi libreta de Apuntes de Comunicación Política ¿Qué se debe hacer en cuánto bajan a un candidato o candidata en plena campaña? Este es mi ABC que les recomiendo:
A. Revisar avances territoriales
En cuanto se baje la candidata, inmediatamente se tiene que hacer una auditoría electoral para tener un claro diagnóstico de lo que se avanzó en el territorio y evaluar eventuales pérdidas en la estructura.
B. Designar sustitución correcta
En cuanto se baje el candidato, conforme a lo avanzado, más el contexto político-electoral, así como un claro diagnóstico del humor social del momento, designar con cabeza fría la candidatura por sustituir.
C. Asegurar representantes de casillas
En cuanto bajen al candidato, por ser la primera línea de defensa del voto se debe revisar toda la estructura de Representantes de Casillas (RC´s) para detectar sí se debilitó por la salida de ese candidato.
Sí se previene, cuando bajan a un candidato en plena campaña no debería ser un problema, sin embargo, sí es un problema que los liderazgos políticos que deciden las candidaturas no lo contemplen por lo que provocan una severa crisis en la que pierden lo más valioso e irrecuperable en un proceso electoral: tiempo. ¿Y tú, qué opinas? www.daviddorantes.com