Esta semana iniciaron las campañas presidenciales, así como para las posiciones federales tales como diputados y senadores, teniendo una generalidad las arengas discursivas que han realizado hasta el momento en todas las regiones de México, algunos candidatos que arrancan sin conectar con el electorado durante los mítines realizados.
Tan solo habría que hacer una revisión de los pocos vídeos que circulan en internet, con aquello de las excesivas limitaciones que han impuesto en el Instituto Nacional Electoral (INE) sopena cuantificarlos en sus topes de campaña, pero quizás sí en la buena cantidad de fotografías que han publicado sus propios militantes. Los rostros del electorado asistente a los eventos se muestran sin emoción alguna en el mejor de los casos, en el peor, hasta caras de fastidio poniendo la mirada en otro punto distinto donde se encuentra el candidato dando su discurso.
Conversando con varios consultores políticos que están participando en diferentes campañas de la Ciudad de México, Jalisco, Nayarit, Nuevo León, Tamaulipas, Tabasco, Campeche, entre otros, todos puntualizan que cambiaron los tiempos de discursos, los han hecho desde muy emotivos, hasta los que están enfatizando sobre los ejes de sus propuestas, pero en todos la preocupación es que no están emocionando a los militantes asistentes. Si bien, los típicos artilugios como una batucada, un excelente maestro de ceremonias tipo showman, así como la música de fiesta, ya no son suficientes para prender al público.
Ciertamente los tiempos han cambiado, en ello se volvió más difícil combinar una estructura del discurso para eventos masivos muy cálida, con la casi perfecta oralidad de un candidato o candidata; pero lo que muy probablemente nunca estuvo en la consideración de esas fórmulas que se diseñan desde un gabinete de expertos terrenales y menos aún de aquellos gurús nivel dios, es que el humor social también cambió diametralmente así sea un público militante del mismo partido político.
Irónicamente el círculo cercano a cada uno de los candidatos y candidatas está resultando igual de pernicioso que siempre, distantes de la realidad incluso opacados por sus intocables egos, artillados por su ‘vasta experiencia’ de un sin número de campañas políticas disque ganadas, son los primeros que dicen que estuvo genial el evento, haciendo creer al postulante que conectó al grado de ganar ese distrito electoral.
Sí realmente quieren ganar, sea el candidato o candidata que sea, de cualquier partido político, deberán de hacer un fuerte cambio de timón en los restantes 80 días de campaña; pero es sin duda un asunto que se deberá analizar a profundidad después de la elección del 1 de julio, pues esto es la clara muestra que todo deberá cambiar para los siguientes procesos electorales en México.
Adiós a las discursivas masónicas, con excelsas técnicas de oralidad, y templetes tan elevados como los ejecutara el maestro de la kinésica Adolfo Hitler. Urge replantearse nuevas formas, formatos, así como expresiones frente a los tiempos actuales, teniendo el pulso del humor social, además de una realidad de incipiente crecimiento en México. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx
