Arrancan las precampañas para las elecciones de 2018. A partir del registro de alianzas partidistas para competir en la próximas elecciones y los destapes de precandidatos se predice una competencia electoral de tercios. En este periodo preelectoral las coaliciones formadas deberán construir sus plataformas y propuesta de gobierno; además de consolidar acuerdos entre los partidos que forman las mismas para ofrecer estrategias que contribuyan a la gobernabilidad que demanda la sociedad mexicana.
El escenario previsto para las elecciones de 2018 plantea la gran posibilidad de tener una contienda áspera y con una fragmentación del voto sin precedente. Es por esta razón que los partidos políticos, mecanismos de participación por excelencia, han generado alianzas que puedan lograr mayorías electorales. Sin embargo, se debe tener una visión a largo plazo y generar propuestas incluyentes para gobernar, no sólo querer ganar elecciones.
En una sociedad tan plural como la mexicana es necesario reconocer las diferencias y hacer acuerdos para trabajar en unidad en el diseñar de programas para gobierno incluyentes. Esta tarea no será sencilla para las alianzas inscritas en la contienda. Se han generado alianzas entre partidos con ideologías distintas, entre las llamadas posturas de izquierda y derecha. Es un gran reto conciliar perspectivas distintas en un proyecto de nación único, que sume militancias y ciudadanía.
Para resolver lo anterior, es necesario establecer incentivos que contribuyan a la cooperación y generación de acuerdos entre partidos y militantes, así como fomentar la participación ciudadana. Las alianzas inscritas, y sus partidos miembros, deben tener visión a largo plazo para proponer estrategias que no culminen en la contienda electoral. Se debe trabajar en plataformas y programas que busquen gobernabilidad poselectoral. Se deben plantear opciones que generen gobiernos legítimos, eficientes y estables. Los gobiernos de coalición son una alternativa factible para lograr lo antes mencionado.
Las propuestas para formar gobiernos de coalición tienen como espíritu asegurar la representación de la mayoría de la sociedad y de sus intereses. Su objetivo es conformar gobiernos estables, legitimados por mayorías electorales absolutas, del 50% más uno, congresos que representen la gran pluralidad mexicana y la participación de dos o más partidos en la administración del gobierno federal electo, asegurando que la profesionalización de los representantes políticos y su labor por el desarrollo de México.
El reto de todo gobierno es asumir y responder a su responsabilidad política, económica y social ante la ciudadanía. Las alianzas deberán evolucionar a verdaderas coaliciones políticas que coloquen en el centro de su proyecto de nación el empoderamiento de las y los ciudadanos, así como generar gobernabilidad y acuerdos que permanezcan durante los seis años del próximo gobierno, incluso trasciendan el sexenio.
