El 17, 18 y 19 de julio, la Jefatura de la Oficina de la Presidencia de la República, la Secretaría de Gobernación, el INMUJERES y la Agencia de Cooperación Alemana organizaron el “Hackatón 2020: mujeres y niñas post COVID-19”. El evento contó con el patrocinio de empresas del sector privado como Google, AT&T, CEMEX, entre otros, y con aliados como el Consejo Coordinador Empresarial, la UNICEF e instituciones académicas.
Un “hackaton” es un espacio en donde los participantes buscan soluciones creativas e innovadoras a problemas complejos en un periodo de tiempo limitado. El “Hackaton 2020” fue un espacio 100% virtual, diseñado para hacer frente a los efectos negativos de la pandemia en las mujeres, jóvenes y niñas de México, a través del desarrollo de iniciativas en las categorías de salud, seguridad, economía, cambio climático y dinámica social.
En el “Hackatón 2020” participaron más de 1,700 personas, 77 mentores, expertos en emprendimiento social y en total fueron 452 equipos que durante 72 horas utilizaron su creatividad y conocimiento para diseñar soluciones a los problemas antes mencionados. Sólo 10 proyectos fueron seleccionados como ganadores y recibirán el impulso y acompañamiento de los organizadores, patrocinadores y aliados para hacerlos una realidad.
Yo participé en el “Hackatón 2020” junto con tres grandes amigos. El proyecto con el que participamos se llama MANA y propone un modelo de vinculación y apoyo a productoras mexicanas. La propuesta busca conectar a emprendedoras con oportunidades de negocio, brindar capacitación a través de su red de expertos y expertas y fungir como plataforma de financiamiento para la expansión de sus negocios. Con profunda alegría y agradecimiento les comparto que MANA fue seleccionado como uno de los 10 proyectos ganadores del “Hackatón 2020”.
Además de compartir esta noticia con ustedes, quiero resaltar lo que he hablado en este espacio durante las últimas semanas: la alianza entre el sector público, privado y social para contribuir en la solución de los problemas económicos y sociales.
Este tipo de modelos y alianzas son las que se necesitan para avanzar. El gobierno cuenta con un poder de convocatoria amplio para motivar la participación de la población en este tipo de eventos, además de contar con la capacidad de desarrollar política pública e implementarla a través de sus instituciones. El sector privado cuenta con los recursos e infraestructura para impulsar modelos novedosos que promuevan soluciones. El sector social brinda la experiencia, sensibilidad y conocimiento necesario para perfeccionar esos modelos y garantizar su éxito. Cada sector aporta lo mejor que tiene.
Hace seis años me titulé como Licenciado en Administración Pública y Gobierno, hoy veo mi tesis con la que me titulé y recuerdo cómo en una de mis conclusiones aseguro que el desarrollo económico y social es una tarea que nos concierne a todos y no una tarea exclusiva del sector público. Años después continúo convencido de que las alianzas intersectoriales son el motor para el bienestar, la justicia y la sostenibilidad. Hoy tengo la fortuna de desarrollar mi vida profesional en este sentido también. El objetivo de este espacio siempre ha sido mostrar ejemplos e investigación que respalden mis ideas. Espero lograrlo y mejorar continuamente para que todos, sin importar el sector o industria en donde nos desarrollemos, luchemos siempre por un mejor país.
