De todos los segmentos que incluye la reforma energética, sin dudarlo será el mercado gasolinero el que afrontará más retos en 2018 por una serie de circunstancias que se entrelazan hasta él la carga final del hidrocarburo en el vehículo del consumidor; para sacar la mejor ventaja de este año crucial para consolidar al sector, los empresarios deberán considerar los escenarios, entre éstos, considero cinco principales retos.
El primer reto por considerar es la recta final del sexenio de Enrique Peña Nieto, un factor que con puntual sigilo se le debe dar seguimiento, en virtud que en el primer semestre buscará consolidar las políticas de apertura comercial que propició su reforma para capitalizarlo en su salida –segundo semestre-, por lo que hará todo lo que esté a su alcance, sin olvidar el avance de un candidato abiertamente opositor a este nuevo paradigma de energía para el país.
El segundo reto ya inició oficialmente por la Secretaría de Hacienda ante la disposición que ya no impondrá precios máximos, ni mínimos de los combustibles, sino serán determinados por la oferta y demanda del mercado, e influenciados por las cotizaciones internacionales de referencia así como de logística; aunque se continuará amortiguando las variaciones abruptas en los precios de las referencias y el tipo de cambio, mediante el esquema de estímulos semanales al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Lo anterior, lleva inmediatamente al tercer reto que vivirán los gasolineros -o que sufrirán los que no se prepararon- todos los días, una franca competencia por el consumidor. La liberación de precios de los hidrocarburos, sumado a la introducción de nuevas marcas de gasolinas, más las nuevas franquicias para las Estaciones de Servicio, ya le empieza a dar un tono interesante al mercado; un ejemplo es Exxon Mobil que arranca con 30 gasolineras, de sus 300 millones de dólares de inversión, además que con dos centrales de almacenamiento en Guanajuato y San Luis Potosí exportará sus propios combustibles desde el sur de Texas por los puentes ferroviarios de Tamaulipas.
El cuarto reto proviene de las condiciones que tenga el mercado externo, particularmente de Estados Unidos, por lo que es, quizás, el más volátil de todos. Presionado por la paridad del dólar, la nueva ley fiscal estadounidense, las negociaciones del Tratado de Libre Comercio, los precios del petróleo, y como si fuera poco, Donald Trump.
El quinto reto que no es inmediato, pero que desde ahora se pueden sentar las bases como para convertirlo en una buena inversión para los gasolineros, está en la introducción al mercado de autos híbridos y eléctricos; segmento que de acuerdo a la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en 2016 creció 70 por ciento, en 2017 concluyó adicionando otro 32.5 por ciento, siendo para 2018 cuando aumentarán drásticamente la oferta comercial con diez nuevos modelos. Hoy las Estaciones de Servicio están siendo reconstruidas para albergar nuevas franquicias, pero no están incluyendo electrolineras para atraer ese incipiente consumidor que será más cotidiano en la siguiente década. ¿Usted qué opina? www.daviddorantes.mx
