La verdad es que un proyecto tan poderoso y tan grande para nuestra Liga MX, como Cruz Azul, vive horas muy bajas, muy pobres, muy endebles.
Y ojo, el tema menor es el mal paso de Raúl Gutiérrez, el famoso “Potro”, quien trató de meterle vida a un equipo abandonado.
Ahora está el famoso tema de la posible llegada de Paco Palencia, ícono moderno de este equipo, que en 43 años sólo ha ganado dos títulos de Liga y que además suele estar en el ojo del huracán por sus dolorosas derrotas.
Es un club que tiene un ADN que se percibe como el gran perdedor de nuestras canchas.
Claro que la óptica del cruzazulismo es de ser altamente competitivos y bastante constantes en sus búsquedas del campeonato.
Lo que es una realidad es que, desde la salida de la gestión de la 4T, el equipo —en lo deportivo— vive sin sentido, sin decisiones que avalen que existe un proyecto y que están luchando por lograr un futuro mucho más poderoso.
La salida de Álvaro Dávila dejó mal parados a los nuevos directores de La Cooperativa, quienes hasta hacen creer que se extraña al prófugo de la justicia mexicana, Billy Álvarez.
Está tan mal manejado el equipo, que hasta parece plan con maña para que —dentro de La Cooperativa— aboguen por el regreso del ingeniero y todos los de su clan.
Hoy, no se ve quién buscaba al ‘9’ que nunca llegó, quién es la cabeza de lo que se trabaja en los equipos en general; la femenil es una lágrima, las juveniles y los desarrollos con los equipos Sub-20 y Sub-18, viven también en el descuido absoluto.
Por eso, que en las primeras cinco jornadas no ganen, es el menor de los males de lo que en realidad hoy es el gran problema del Cruz Azul: El abandono.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A las horas más endebles en muchos, muchos años, de unos de los grandes de nuestro futbol.
@EnriqueVonBeas