Días complejos; corrijo, años complejos en torno al equipo más amado y grande de este país, el Guadalajara. Sumado a los pésimos torneos, la cosecha raquítica de títulos desde la salida del Pelado Almeyda y el poco desarrollo de la cantera, hay tres factores poderosos que hacen pensar que el torneo podría terminar muy mal para el Rebaño.
1.— No hay dinero para reforzar en posiciones clave. La central de Chivas es una pachanga. El mal diseño de equipo y con jugadores tan erráticos, ha generado que nadie tome el liderazgo y proyecte seguridad. Claro, si no le haces gol en casa a Juárez y San Luis, hay muy poco qué esperar.
2.— El debate de Ormeño, que oculta mucho la realidad, ya que a todas luces —más allá del debate de la “nacionalidad” y que juega para la selección peruana— la calidad y los pocos minutos en la cancha desde que salió del Puebla, demuestran que hoy está lejos de ser la solución y el cambio por la lesión de JJ Macías. Claro que todo el mundo merece una segunda oportunidad, y en el caso de Ormegol lo catapultaría en su carrera.
Es buen momento para que Amaury redefina los estatus y modernice esas posturas, para entender que los tiempos cambian y que hoy ser mexicano tiene muchas vertientes.
3.— La poca efectividad de la directiva de Chivas, ya que desde hace unos años —más allá del DT— los ciclos tan cortos de resultados y la terrible localía generan esa poca identidad.
No le demos más vueltas, Ricardo Peláez debería tener algo de autocrítica y dejar de engañar a la afición más noble y grande de este país y de Estados Unidos, y dejar que alguien intente algo diferente para rescatar al Guadalajara.
¡Bienvenidos, bienvenidos! A la pregunta obligada, una vez más: ¿A qué le tiras cuando sueñas mexicano y chivahermano?
@EnriqueVonBeas