NUEVO LAREDO, TAM.– La sequía que se padece en la región y que ha llevado al río Bravo a su nivel más bajo en los últimos diez años, es parte del calentamiento global.
Así se expresó, Gustavo Pantoja Villarreal, presidente del Centro de Estudios del Río Bravo (CIER), quien afirmó que el bajo nivel del río Bravo no se presentaba desde hace diez años.
“Esta situación se presenta en muchas partes del mundo. Por ello, el calentamiento global es una realidad y la sequía que padecemos en la región también es parte de todo esto. Por lo pronto, es necesario que la población entienda que el río no se va a secar, pero sí es urgente y necesario que se cuide el agua”, puntualizó el presidente del CIER.
El cambio climático es algo que en los últimos 50 a 60 años ha aumentado en sus efectos. Y, en los próximos diez años, podríamos ver ciudades costeras de diversos estados que podrían ser afectadas por el crecimiento del mar, debido al descongelamiento de los polos. Pero, ante la escasez de la lluvia, podría ser una alternativa crear pozos para encontrar agua, recalcó.
Aunque los intentos que se han realizado no han dado resultados positivos, dado que, a pesar de haber encontrado agua a una buena profundidad, se encontró el líquido, pero no para consumo, por ser muy salitroso, indicó.
“En cuanto al río y las márgenes se encuentran más limpias que en otros tiempos. Hay mayor vigilancia, se desarrollan actividades de limpieza con mayor frecuencia y eso desde luego que impacta en una mejor visión de esa área”, concluyó.