CIUDAD DE MÉXICO.-El multifacético artista Jorge González Neri, dedicado por décadas a la pintura, la escenografía, los carros alegóricos y figuras monumentales, falleció hoy por una embolia pulmonar. Acababa de cumplir 80 años el pasado 18 de agosto.
La noticia la confirmó en redes sociales su hermano Carlos.
Al artista le sobreviven sus hijos Jorge, Yuri y Lisseth que tuvo con Eva Rodríguez Carrizales, con quien se casó el 26 de junio de 1960 y que falleció en el 2015, pérdida que fue muy dura para la familia y para el artista. Le sobreviven también nietos y bisnietos.
Egresado del Taller de Artes Plásticas, semillas del arte moderno en la Ciudad, González Neri forma parte de una generación fundamental de la cultura en la Ciudad en la que se encuentran Guillermo Ceniceros y Armando López, y que tuvo como maestros a Gerardo Cantú, Ignacio Ortiz y Mario Fuentes.
Fue el segundo de los seis hijos de Roberto González Villarreal y Florencia Neri Bautista, y con afecto recordaba los fines de semana que, junto con los artistas Aquiles Sepúlveda y Rodolfo Ríos, dibujaba paisajes en escenarios naturales.
“Eran tantas las cosas que sucedían alrededor de nuestra mente”, comentó para Perfiles e Historias en el 2019. “Los maestros nos inculcaban que leyéramos: Ortiz fue el primero en darme a leer a García Lorca. Aquello me cambió la vida”.
El arte de Jorge estuvo presente en ediciones, lienzos, escenografías, carros alegóricos y figuras monumentales. De su generación, sin duda, fue el más multifacético.
Como escenógrafo, González Neri trabajó como teatristas como Julián Guajardo, Refugio “Cuco” Barragán, Rubén González Garza, Alfonso Junco, Luis Martín Garza y Hernán Galindo, entre otros.
Con el tiempo, el artista se convirtió en uno de los grandes escenógrafos de la Ciudad: hizo época en el Teatro Nova, con Barragán, y sobre todo en Difusión Cultural del Tec de Monterrey, donde hizo mancuerna con Gerardo Maldonado.
Basta ver el libro Presencia de Difusión Cultural del Tec de Monterrey, Campus Monterrey durante el siglo XX para ver las cientos de puestas en las que participó con su arte escenográfico, desde obras teatrales, musicales, y compresencias hasta pastorelas y eventos estudiantiles.
Otro gran momento fue cuando diseñó la escenografía en el hoy llamado Puente del Papa para la visita de Papa Juan Pablo II en 1979.
González Neri se dedicó al diseño de carros alegóricos, por lo que participó en los desfiles de caramelos, previos a la Navidad, los de Pascua, deportivos y conmemorativos de empresas hasta llegar al Carnaval Internacional de Mazatlán, donde participó por casi 30 años. Incluso ha instalado figuras monumentales en su malecón.
“Ha sido una gran satisfacción esta faceta de mi vida por la gran cantidad de gente que ve el trabajo: no es lo mismo que montes cuadros en una galería a participar en estos eventos: tenemos muchos metros de pintura realizados”, dijo entonces. El Carnaval de Mazatlán lamentó también su fallecimiento.
Su última exposición como artista habrá sido en el 2016 en la Galería Ángela Peralta, en Mazatlán, donde abrió una muestra llamada “Alforja de recuerdos”, con trabajos en óleo, acrílico y técnicas mixtas. El evento estuvo acompañado por un homenaje de la Ciudad al artista por su presencia de décadas.
Este año ha sido muy duro para el arte nuevoleonés: las primeras partidas fueron las de los artistas abstractos Rosario Guajardo, el 21 de junio; Juan Carlos Merla, el 12 de julio, y el zacatecano Juan Manuel de la Rosa, quien empezó aquí su trayectoria. Posteriormente murieron los pintores y escultores Héctor Carrizosa, el 18 de julio; Gerardo Cantú, el 24, y Sergio Villarreal, al día siguiente.
En breve la familia dará a conocer los detalles de su despedida.
