MADRID.- El Mallorca de España vetó el martes por tres años a un aficionado que profirió insultos racistas con Vinicius Junior y Samu Chukwueze.
El aficionado, un seguidor del Mallorca de 20 años y que tenía abono de temporada, fue acusado de llamar “mono” a Vinicius, delantero del Real Madrid, y a Chukwueze, mediocampista del Villarreal, en duelos distintos esta temporada. Vinicius y Chukwueze son de raza negra.
La Comisión Antiviolencia de España propuso una multa de 4.000 euros (4.300 dólares) y un veto de 12 meses de los estadios contra aficionados, que también podrían enfrentar cargos penales.
El aficionado fue identificado por los guardias de seguridad del club.
“El RCD Mallorca está en contra de toda manifestación xenófoba y seguirá trabajando activamente para erradicar esta lacra”, dijo en un comunicado el club, cuyo presidente es el estadounidense Andy Kohlberg.
Vinicius también recibió insultos tras el partido en Mallorca cuando se detuvo para posar para fotos y firmar autógrafos.
El brasileño ha sido objeto de insultos desde que llegó a España hace cinco años, aunque poco se ha hecho para castigar a los aficionados.
Recientemente el Valladolid suspendió a 12 aficionados con abono mientras investiga los abusos verbales contra Vinicius.
Se espera que el primer juicio contra un seguidor que profirió insultos racistas contra un jugador en España empiece este año tras los improperios de un hincha Espanyol contra Iñaki Williams, delantero del Athletic Bilbao, hace algunos años.
La Liga española ha presentado varias denuncias ante las autoridades por insultos racistas o cánticos en contra de Vinicius y algunas de las mismas fueron archivadas por las fiscalías. También incrementó el número de vigilantes en los encuentros para identificar a los perpetradores, especialmente cuando Vinicius juega.
Las autoridades no han encontrado al responsable de colocar una efigie de Vinicius colgada de un puente en Madrid antes del derbi este año ante el Atlético de Madrid.
Los ataques en contra del delantero incrementaron después de que decidió celebrar su goles bailando.
