LIVERPOOL, Inglaterra.- Por última vez como entrenador del Liverpool, Jürgen Klopp lanzó repetidos golpes de puño que fueron su sello durante su ciclo en Anfield.
Los aficionados de Liverpool, muchos con lágrimas en los ojos, al igual que algunos de los jugadores, respondieron con rugidos ensordecedores y vitorearon a Klopp mientras daba una vuelta al campo.
Después desapareció por el túnel.
Se fue, pero nunca se olvidará.
“Soy uno de ustedes ahora, los amo por siempre”, dijo Klopp entre sus últimas palabras mientras se dirigía a la multitud dentro de Anfield, después de su último partido como entrenador del Liverpool, una victoria por 2-0 sobre Wolverhampton el domingo.
El partido en el último día de la temporada de la Liga Premier fue un homenaje a un entrenador alemán que llevó al Liverpool a siete trofeos en sus casi nueve años en Anfield y que ha sido comparado con Bill Shankly, el legendario entrenador del club de 1959 a 1974.
No es raro que Klopp luciera tan emocionado en un día que los aficionados del Liverpool no quisieran que llegara.
Fuera de Anfield se dieron a bienvenida a Klopp y sus jugadores, y luego hicieron un mosaico de papel con la palabra “JURGEN” en la tribuna frente a los banquillos cuando salió al juego.
“La gente lo llama “El Último Baile”. Así que vamos a bailar”, dijo Klopp a Sky Sports justo antes del inicio del partido, y el Liverpool cumplió con el triunfo de Klopp gracias a los goles del argentino Alexis Mac Allister y Jarell Quansah.
