CIUDAD DE MÉXICO.- Tomás Herrera, una de las fíguras icónicas del beisbol mexicano, falleció ayer en Saltillo a los 75 años.
Como timonel firmó una época de éxito en los sesenta, cuando guió a los Diablos Rojos del México a los títulos de 1964 y 1968.
Como lanzador, el apodado Sargento Metralla lanzó durante seis temporadas en la Liga Mexicana de Beisbol. En 1957 debutó con Nuevo Laredo, en 1959 vistió la franela de los Tigres del México, y de 1960 a 1962 actuó con los Diablos Rojos del México. Dejó números de por vida: 49 victorias con 44 derrotas, 4.14 de efectividad en 167 juegos lanzados, 91 de ellos como inicialista.
Arnulfo Rodríguez, entonces gerente de Diablos Rojos, le brindó a Herrera su primera oportunidad de dirigir en 1963 y firmó una época de éxito guiando a los pingos a los campeonatos de 1964 y 1968, ese último con escuadra con sólo peloteros nacidos en México.
Herrera también fue manager de Saraperos de Saltillo, Pericos de Puebla y Mineros de Coahuila.
También tuvo acción como directivo, al ser gerente en diferentes clubes. En 1977 estuvo al frente de la oficina de los Tecolotes de Nuevo Laredo.
También estuvo como gerente de la escuadra de los Tigres capitalinos en el campeonato de 1992.
También trabajó como scout para los Filis de Filadelfia.
“Que en paz descanse mi primer gerente”, dijo Ismael Valdez, quien firmó al beisbol profesional con Tigres, en tiempos de Herrera.
“Dios lo tenga en su santa gloria”, escribió en Twitter el jugador de Diablos Rojos, Karim García.