RECAK, Kosovo.- Cientos de kosovares se congregaron en una aldea sureña el lunes para conmemorar el 25to aniversario de la masacre de 45 albanokosovares a manos de las fuerzas serbias, un hecho que ayudó a provocar la intervención internacional que puso fin a la guerra en Kosovo de 1998-99.
La presidenta de Kosovo Vjosa Osmani, el primer ministro Albin Kurti y el titular del parlamento Glauk Konjufca participaron en el acto en un cementerio en Recak, a 32 kilómetros (20 millas) al sur de la capital Pristina.
También participó el exdiplomático estadounidense William Walker, quien en ese entonces lideró la misión de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa que tenía a su cargo implementar la tregua. El uso del término “masacre” por parte de Walker allanó el camino para la campaña de ataques aéreos de la OTAN contra las fuerzas serbias que eventualmente puso fin al conflicto. En Kosovo es considerado un héroe.
El gobierno de Serbia de entonces, liderado por Slobodan Milosevic, alegó que los muertos eran miembros del rebelde Ejército de Liberación de Kosovo que cayeron en combate con las fuerzas de seguridad.
“Esta fue una de las peores masacre perpetradas por el régimen de Milosevic en ese entonces, y demostró una vez más que su propósito era cometer crímenes contra la humanidad y genocidio contra el pueblo de Kosovo”, declaró Osmani.
En ese entonces Kosovo era provincia de Serbia. Una ofensiva serbia contra los albaneses separatistas de Kosovo mató a unas 13.000, la mayoría de etnia albanesa. La ONU gobernó la provincia hasta 2008, cuando Kosovo se declaró independiente, un acto que el gobierno en Belgrado todavía no ha reconocido.
Kurti denunció al presidente actual de Serbia, Aleksandar Vucic, por no reconocer la independencia de Kosovo y por no pedir perdón por la masacre, ni en su cargo actual ni cuando era ministro de información de Milosevic.
