BEIRUT.- Israel llevó a cabo el jueves su primer ataque aéreo contra Líbano desde la tregua con Hezbollah anunciada esta semana, afirmando que tenía como objetivo la actividad del grupo miliciano en una instalación de almacenamiento de cohetes en el sur de Líbano que violaba el alto el fuego.
Las autoridades libanesas informaron de incidentes dispersos de disparos de mortero, ataques y tiroteos israelíes que hirieron a dos personas que intentaban regresar al sur de Líbano. Los medios de comunicación estatales del país dijeron que los heridos eran civiles, mientras que el ejército israelí los describió como sospechosos de violar los términos de la tregua que puso fin a más de un año de conflicto entre Israel y Hezbollah.
Los estallidos de violencia —sin noticias de víctimas graves— reflejaron el carácter inestable del alto el fuego que, por lo demás, parecía mantenerse el jueves, cuando las tropas libanesas comenzaron a desplegarse en partes del sur del Líbano, el valle oriental de la Bekaa y los suburbios del sur de Beirut.
El ejército libanés dijo que estaba estableciendo puestos de control temporales y haciendo detonar artefactos explosivos sin explotar con la esperanza de ayudar a los civiles desplazados a regresar a sus hogares.
Alrededor de 1,2 millones de personas fueron desplazadas en Líbano durante la guerra más mortífera del país en décadas. Miles de residentes, con sus coches repletos de colchones y pertenencias, empezaron el miércoles, tras la entrada en vigor del alto el fuego, la odisea de regreso a sus ciudades devastadas por la guerra.
Pero sus movimientos siguen siendo limitados. Los ejércitos libanés e israelí han ordenado a los civiles desplazados de las comunidades fronterizas que se mantengan alejados de las zonas en las que aún hay tropas israelíes.
El ejército israelí dijo el jueves que sus tropas abrieron fuego contra “varios sospechosos” que llegaron en sus vehículos a ciertas partes del sur de Líbano violando la tregua. El comunicado no daba más detalles.
Según la Agencia Nacional de Noticias libanesa, dos civiles resultaron heridos en el pueblo de Markaba, cercano a la frontera, donde se han librado intensos combates durante los últimos 14 meses de conflicto. También informó de disparos de tanques israelíes contra algunas aldeas y granjas del sur, que no causaron víctimas.
El coronel Avichay Adraee, portavoz en árabe del ejército israelí, anunció que seguía en vigor el toque de queda nocturno para los residentes libaneses al sur del río Litani, que prohibía la circulación desde las 5 de la tarde del jueves hasta las 7 de la mañana del viernes.
El ejército libanés acusó a Israel de romper el alto el fuego varias veces el jueves al realizar ataques sobre Líbano con “diversas armas” y continuar patrullando y vigilando los cielos libaneses con aviones de guerra y drones. El ejército dijo que estaba “dando seguimiento a estas violaciones en coordinación con las autoridades competentes”, sin dar más detalles.
Un reportero de The Associated Press en el norte de Israel escuchó el zumbido de drones israelíes y el crepitar esporádico de ametralladoras al otro lado de la frontera con Líbano.
Hezbollah no ha hecho ninguna declaración pública sobre las presuntas violaciones israelíes del alto el fuego, pero Hassan Fadlallah, legislador de Hezbollah, reconoció los incidentes. Cuando los periodistas le preguntaron cómo respondería Hezbollah, se mostró cauto.
“No queremos precipitarnos”, dijo, y añadió que Hezbollah “tiene derecho a la autodefensa”.
Anunciada a última hora del martes, la tregua entre Israel y Hezbollah, respaldada por Irán y mediada por Estados Unidos y Francia, prevé un alto el fuego inicial de dos meses en el que los milicianos se retirarán al norte del río Litani y las fuerzas israelíes regresarán a su lado de la frontera. La zona tampón estaría patrullada por tropas libanesas y fuerzas de paz de la ONU.
El ejército libanés compartió fotos que mostraban a las tropas despejando el jueves las carreteras de vehículos destruidos, casas destrozadas y bombas sin detonar en cumplimiento, dijo, de los términos del acuerdo.
Para muchos libaneses, la pausa en los combates supuso un alivio, pero también un dolor. Las familias desplazadas regresaron a sus hogares para hurgar entre las ruinas bombardeadas de sus comercios y apartamentos.
Las imágenes de Qana, en el sur del Líbano, tomadas el jueves por un dron muestran una ciudad fantasmal y devastada, con casas destrozadas y gigantescos cráteres cavados en el suelo. La magnitud de la destrucción es escalofriante en un lugar que se ha convertido en sinónimo de matanza de civiles tras haber sido testigo de algunos de los peores bombardeos israelíes en guerras pasadas.