Nuevo Laredo, Tam.— En un dramático giro en la búsqueda de respuestas y justicia para una familia, la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó hoy la identificación de los restos de Noé Ignacio Alférez Hernández, un joven que había estado desaparecido desde febrero de 2018., informó Raymundo Ramos Vázquez, presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo.
Esta notificación se realizó en las instalaciones de la FGR en Nuevo Laredo, y arrojó luz sobre una serie de eventos que han dejado a la familia en una lucha constante de cinco años en busca de respuestas.
Los hechos que rodean la desaparición de Noé Ignacio Alférez Hernández datan de febrero de 2018, cuando junto con Jonathan Ballesteros Loaiza, de 17 años, viajaban en un vehículo y en Avenida de la República y Transformación en la colonia Infonavit, son impactados por una unidad de la Secretaría de Marina. Uno de ellos intenta correr, le disparan por la espalda, lo hieren.
Ambos jóvenes fueron subidos a vehículos de la Marina, y al menos tres unidades de la SEMAR participaron en la operación. Desde ese momento Noé Ignacio y Jonathan estaban desaparecidos
Sin embargo, lo que más conmocionó en esta notificación es el hecho de que los restos de Noé Ignacio Alférez Hernández ya habían sido localizados en abril de 2018, apenas dos meses después de su desaparición.
La Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas a cargo de Irving Barrios Mojica, mantuvo esta información oculta a la Fiscalía General de la República durante cinco años, lo que ha generado una sensación de indignación y desilusión entre los seres queridos del joven desaparecido, señaló Ramos Vázquez., incurriendo en el delito contra la administración de la justicia
La familia de Noé Ignacio Alférez Hernández ha vivido cinco años de incertidumbre y angustia, buscando a su ser querido en todo el país, cuando, en realidad, los restos ya se encontraban en Nuevo Laredo.
La Fiscalía General de la República ahora está obligada a presentar una imputación por el delito de homicidio en este caso a los 13 elementos de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina, que se encuentran detenidos, acusados por la desaparición forzada de los jóvenes.
Este incidente también destaca la necesidad de que las autoridades federales investiguen las acciones de funcionarios estatales responsables de ocultar información relevante sobre desapariciones forzadas.
El caso de Noé Ignacio Alférez Hernández, junto con otros incidentes similares en la región, subraya la urgencia de abordar con seriedad las desapariciones forzadas en México y de garantizar justicia para las víctimas y sus familias.
La familia de Noé Ignacio Alférez Hernández puede finalmente comenzar el duelo por la pérdida de su ser querido, pero aún quedan cuestiones pendientes y se espera que se haga justicia por este trágico incidente.
La Unidad de Operaciones Especiales de la SEMAR estaba bajo el mando del almirante Marco Antonio Ortega Siu jefe de la unidad de operaciones especiales de la Semar en el momento de los hechos, y Alfredo Reyes Mondragón, capitán de fragata al frente de la Base de Operaciones de Marina en Nuevo Laredo hasta junio de 2018, siendo señalados como responsables directos de los casos de desaparición forzada en esta frontera.
“Todo es atribuido a un grupo de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina, cuyo responsable es el almirante Marco Antonio Ortega. Él es el responsable de este operativo en donde desaparecieron 47 personas, de las cuales 27 son parte de una recomendación de la CNDH”, enfatizó el presidente del CDHNL.
De estos 47 desaparecidos, había 27 sin localizar sus cuerpos, este día se informa la confirmación de identificación de Noé Ignacio Alférez Hernández y de Jonathan Ballesteros Loaiza; víctimas de desaparición forzada y ejecución extrajudicial por elementos de la Unidad de Operaciones Especiales de la Secretaría de Marina.
En este contexto, la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió una recomendación en la cual señala, “La comisión tiene por cierto que Alférez Hernández y Ballesteros Loaiza fueron detenidos en forma arbitraria por la Semar, posterior al accidente vehicular antes descrito. Asimismo, a partir de un testigo, es posible presumir una persecución por parte de personal naval al Vehículo 1 (en el que transitaban las víctimas) que colisionó contra el Vehículo 2, dado que habrían sido alcanzados por personal naval, sustraídos del interior del Vehículo 1 y detenidos en forma arbitraria para ser llevados a bordo de sus camionetas con rumbo desconocido”.
