WASHINGTON.— El FBI registró el viernes la casa del exvicepresidente Mike Pence en Indiana como parte de una investigación de documentos confidenciales, de acuerdo con una persona al tanto del allanamiento. La búsqueda derivó del hallazgo el mes pasado por parte de abogados de documentos con el sello de confidencial.
Pence es el más reciente de una serie de altos funcionarios que tenían en su poder documentos confidenciales después de dejar la Casa Blanca, entre ellos el expresidente Donald Trump y el exvicepresidente, ahora presidente, Joe Biden.
Pence, posible candidato presidencial en 2024, y sus colaboradores han dicho que él desconocía la presencia de los documentos en su casa y que han cooperado plenamente con los agentes federales.
El FBI ya había incautado lo que el abogado de Pence describió a la agencia Archivos Nacionales como una ‘pequeña cantidad de documentos’ que se habían ‘empacado en cajas y transportado inadvertidamente’ a la casa de Pence en Indiana al final del gobierno de Donald Trump.
El viernes por la tarde, la policía bloqueó la calle fuera del vecindario de Pence en Carmel, al norte de Indianápolis.
El allanamiento, calificado de consensual, se realizó después de extensas negociaciones entre los abogados de Pence y el FBI. Un miembro del equipo legal de Pence que se encontraba en la vivienda preveía que la operación tomaría varias horas, según una fuente al tanto de las negociaciones que habló con The Associated Press bajo la condición de anonimato por no estar autorizada a informar sobre la operación policial. La fuente añadió que el FBI tenía acceso irrestricto a la vivienda.
Pence mismo estaba lejos, visitando familiares en California tras el nacimiento de una nieta.
El Departamento de Justicia y un vocero de Pence no respondieron de momento a un pedido de declaraciones.
El Departamento también ha estado investigando el hallazgo de documentos con sellos de confidencialidad en la casa de Biden en Delaware y su antigua oficina en Washington, así como en la finca de Trump en Florida. Las autoridades tratan de determinar si Trump o algún miembro de su equipo obstruyeron penalmente la investigación al negarse a entregar los documentos antes de que los confiscara el FBI.